Como ya sucedió con el SARS-CoV-2, China ha vuelto a identificar un nuevo virus y su aparición ha preocupado a la comunidad científica y a la opinión pública: se pide prudencia.
La identificación de 35 casos de infección por Langya -un virus de origen animal y del tipo henipavirus en China- revelada por la revista ‘The New England Journal of Medicine’ hace una semana ha generado una notable alarma en todo el mundo. Cuando aún se sigue batallando contra la covid-19 generada por el virus SARS-CoV, es normal que cualquier noticia sobre un nuevo patógeno sea preocupante; de todos modos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se ha pronunciado aún al respecto.
Síntomas de ómicron y henipavirus
Los síntomas asociados a estos 35 casos se asemejan mucho a los causados por las últimas subvariantes de ómicron en el caso de la covid: fiebre (apareció en todos los casos analizados), cansancio, dolores musculares, cefalea, tos y náuseas. También se apreció trombocitopenia, leocupenia y deterioro de la función hepática.
El hallazgo se ha producido en dos provincias contiguas del este de China, Henan y Shandong. Están aproximadamente a unos 500 kilómetros al norte de Wuhan, la considerada zona cero del coronavirus SARS-CoV-2 hace ahora tres años. La infección detectada en estas dos localizaciones era exclusivamente por Langya (LayV) en 26 de los 35 casos. Además, se hizo un análisis serológico en animales domésticos y salvajes en la zona, y el 27% de las musarañas analizadas presentaban ARN de LayV, por lo que se piensa que este animal puede ser un transmisor natural del virus.