Agencias.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacunación masiva contra la viruela del mono no es necesaria; sin embargo, sí ha recomendado la vacunación posexposición, afirmó este martes Rosamund Lewis, especialista en esta enfermedad de la agencia de la ONU.
En este contexto, el especialista indicó que la OMS está trabajando con la Unión Europea, una de las regiones más afectadas con 12 mil de los 16 mil casos reportados, en la liberación de vacunas, así como con otros socios para determinar un mecanismo de coordinación mundial para la distribución de las vacunas.
No obstante, Hans Kluge, director de la Organización para Europa, destacó que las vacunas por sí solas no son suficientes para detener la epidemia y que los individuos que están en riesgo también tienen que tomar medidas.
La recomendación actual para las personas con viruela del mono es que se aíslen y no viajen hasta que se recuperen; los casos de contacto deben controlar su temperatura y vigilar otros posibles síntomas durante el periodo de 9 a 21 días.
Asimismo, la cifra actual es de unos 16 mil casos confirmados en todo el mundo y hasta el momento se ha informado de que unos 81 niños menores de 17 años se han infectado.
Reparto de la vacuna contra la viruela del mono
Para Rosamund Lewis, el reparto de la vacuna debe hacerse en función de las necesidades de salud pública, país por país y lugar por lugar: “Cualquier persona que hubiera estado expuesta a alguien con viruela del mono debería vacunarse primero”, enfatizó.
Además, Lewis explicó que actualmente se dispone de unos 16,4 millones de vacunas almacenadas, y mencionó que, históricamente, las vacunas contra la viruela habían sido muy eficaces contra la viruela del mono, pero que ahora estaban más atenuadas.
En ese sentido, recordó que después de 1980 ningún país había administrado vacunas contra la viruelañ. Los países que producen vacunas son Dinamarca, Japón y Estados Unidos.
“Los países con capacidad de fabricación de diagnósticos, vacunas o terapias contra la viruela y la viruela del mono deberían aumentar la producción y la disponibilidad de contramedidas médicas”, aseguró la especialista, al tiempo de añadir que los países y los fabricantes deberían colaborar con la OMS para garantizar que los diagnósticos, las vacunas, los tratamientos y otros suministros necesarios estén disponibles en función de las necesidades de salud pública.
Lewies destacó que debían hacerlo “de forma solidaria y a un coste razonable para los países en los que más se necesitan con el objetivo de apoyar los esfuerzos encaminados a detener la propagación de la viruela del mono”.
La viruela del mono es una enfermedad que no pone en peligro la vida de las personas sanas. La enfermedad es más conocida en los países africanos, donde se ha observado durante décadas, y donde se han registrado ocasionalmente muertes, cinco en lo que va de año, incluso en niños y ancianos, así como en personas con enfermedades subyacentes, detalló la especialista.