Agencias.- El Parque Nacional Yellowstone se encuentra al noreste de Estados Unidos, sobre una cámara magmática que mide aproximadamente 55 x 72 kilómetros. La llamada Caldera de Yellowstone se formó hace más de 600 mil años y es el supervolcán más grande de todo el continente. Gracias a la continua actividad volcánica, el lugar alberga la mitad de los géiseres y aguas termales del mundo.
Estos cuerpos de agua son extremadamente calientes e increíblemente ácidos debido a su procedencia; por lo que los «charcos» sobre la caldera no son aptos para nadar. Por más hermosos y llamativos que parezcan, por nada del mundo debes darte un chapuzón en ellos. De hecho, existen varias advertencias con respecto a eso y de no hacer caso, podrías encontrarte con una tragedia.
En noviembre de 2016, un hombre de 23 años, originario de Oregon, perdió la vida tras caer a una fuente termal. De acuerdo con el medio Time, Colin Scott solo quería sumergirse un momento en la cálida agua. Lamentablemente, resbaló y cayó, pero ya no pudo salir del líquido hirviente y ácido.
“Estaba agachándose para comprobar la temperatura de una fuente termal cuando se resbaló y cayó a la piscina” mencionó la hermana del joven a los guardabosques.
A pesar de los esfuerzos del personal de búsqueda y rescate, el cuerpo no pudo ser recuperado. Una tormenta eléctrica frustró sus pesquisas ese día por lo que tuvieron que esperar hasta el día siguiente para continuar. Al momento de llegar, los guardabosques solo encontraron la billetera de Colin y sus sandalias, pero su cuerpo había desaparecido como por arte de magia.
Cuando la tormenta pasó, se reanudó la búsqueda, pero fue en vano pues el cuerpo de Colin se había disuelto por completo.
Lorant Veress, subjefe de guardabosques, explicó que esto sucedió debido a la alta acidificación del agua. Sin embargo, el incidente no deja de ser extraño pues según él, era muy poco tiempo para la cantidad de disolución que presentaba.
Los estanques, piscinas y géiseres del Parque Nacional Yellowstone alcanzan temperaturas a punto de ebullición. En promedio, estos cuerpos de agua tienen 93°C en la superficie, pero a medida que nos acercamos al fondo, la temperatura aumenta. Esto sumado a los gases tóxicos como el óxido de silicio, el dióxido de azufre, el sulfuro de hidrógeno, y el ácido clorhídrico entre otros; representan una muerte segura.