El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró este domingo que está dispuesto a dejar su cargo “de inmediato” si ello facilita la adhesión de su país a la OTAN. Su anuncio se produce en un contexto de tensiones geopolíticas marcadas por la reticencia de Estados Unidos a la incorporación ucraniana y el aumento de fricciones entre Kiev y el presidente estadounidense Donald Trump.
“Si realmente necesitan que deje mi puesto, estoy dispuesto. Puedo cambiar la presidencia por el ingreso en la OTAN”, afirmó Zelenski durante una rueda de prensa en Kiev. Sus palabras reflejan la prioridad estratégica que su gobierno otorga a la integración en la alianza militar, considerada clave para la seguridad del país ante la amenaza rusa.
Avances en acuerdo sobre recursos minerales con EEUU
En paralelo, Zelenski informó sobre avances en las negociaciones con Estados Unidos para un acuerdo de explotación de recursos minerales ucranianos, un tema que ha generado tensiones entre ambos países. Washington, presionado por Trump, busca acceso preferencial a estos recursos como parte de las condiciones por el apoyo económico y militar brindado a Ucrania durante la administración de Joe Biden.
“Estamos avanzando”, afirmó Zelenski, aunque dejó claro que no aceptará condiciones que comprometan el futuro del país. “No firmaré algo que pagarán diez generaciones de ucranianos”, advirtió.
Implicaciones geopolíticas
La oferta de Zelenski de renunciar a cambio del ingreso en la OTAN pone de manifiesto los desafíos estratégicos de Ucrania. Mientras busca consolidar su seguridad frente a Rusia, también debe gestionar las exigencias de sus aliados occidentales, especialmente de Estados Unidos.
Las declaraciones de Zelenski subrayan no solo la importancia de la OTAN para la seguridad ucraniana, sino también las complejas negociaciones que el país debe enfrentar para equilibrar sus aspiraciones estratégicas con las expectativas de sus socios internacionales.