El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó que la deuda pública de Bolivia alcanzó casi el 84% del Producto Interno Bruto (PIB) a finales de 2023, una situación que pone en riesgo la estabilidad económica del país. Según el organismo, los continuos créditos del Banco Central de Bolivia (BCB) han incrementado la deuda interna, agravando el panorama financiero.
El informe del FMI advierte que las políticas actuales son insostenibles y podrían derivar en un ajuste desordenado con consecuencias económicas y sociales significativas. “De este monto, la deuda externa representa aproximadamente un 30% del PIB, mientras que la deuda interna alcanza el 56,6%”, explicó el economista Gonzalo Chávez, quien también señaló que los préstamos del BCB a empresas estatales contribuyen al problema. “(Luis) Arce sigue en la negación total, convencido de que esto es un problema de doble contabilidad”, agregó.
El informe también menciona la escasez crónica de divisas y de hidrocarburos, y anticipa una posible crisis cambiaria. La preocupación del FMI radica en las bajas reservas internacionales, el financiamiento fiscal incierto y la creciente presión sobre el mercado paralelo de divisas.
Ante este escenario, el FMI recomendó un ajuste fiscal gradual y una devaluación inicial para corregir el desequilibrio externo y permitir la acumulación de reservas. Además, instó al gobierno boliviano a implementar políticas más sostenibles para evitar una crisis mayor.