La Asociación Nacional de Surtidores y Comercializadores Privados de Hidrocarburos (Asosur) denunció una reducción del 30% en el suministro de combustibles por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), lo que ha obligado a algunas estaciones de servicio a suspender operaciones hasta por 400 horas al mes.
Susy Dorado, gerente de Asosur, advirtió que esta disminución afecta directamente el abastecimiento. “Hay estaciones que antes recibían 45.000 litros de gasolina y ahora solo reciben 30.000 litros, lo que limita su capacidad para atender la demanda”, declaró en entrevista con Unitel.
Además del impacto en la provisión de carburantes, la reducción ha derivado en despidos dentro del sector. “Algunas estaciones recibieron cantidades mínimas de diésel, lo que obligó al despido de trabajadores”, explicó Dorado. Ante esta situación, Asosur solicitó una reunión con las autoridades para abordar la crisis.
La denuncia de Asosur responde a declaraciones del presidente de YPFB, Armin Dorgathen, quien acusó a algunos surtidores de ocultar combustible para generar escasez. Dorado rechazó estas acusaciones y aseguró que las estaciones operan bajo estricta fiscalización. “Todas las ventas se reportan en tiempo real a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), y cada estación presenta declaraciones juradas diarias sobre sus volúmenes de stock”, enfatizó.
Asosur reiteró que los surtidores no son responsables de la escasez y que su función se limita a comercializar los volúmenes asignados por YPFB. En un comunicado, la asociación alertó sobre despachos insuficientes que no cubren la demanda actual y propuso inspecciones en terreno para verificar la situación.