Boliviana de Aviación (BoA) ha iniciado una auditoría internacional de seguridad operativa, un proceso supervisado por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), según informó su gerente general, Ronald Casso. La evaluación, conocida como IOSA (Auditoría de Seguridad Operativa), revisará los sistemas de gestión y control operacional de la aerolínea estatal, considerada el principal operador aéreo del país.
La auditoría, descrita por expertos como el “máximo estándar” en la industria aeronáutica global, comenzó este mes y se prolongará entre dos y tres meses. “Vamos a identificar los errores, corregirlos y rendir cuentas de las acciones tomadas”, declaró Casso en entrevista con radio Erbol.
El inicio de este proceso coincide con un incidente ocurrido el lunes en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, donde el motor de un avión de BoA se incendió durante el despegue. El percance obligó a abortar la maniobra y a evacuar de emergencia a los 137 pasajeros a bordo. La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) ya abrió una investigación para esclarecer las causas del hecho.
Ante este y otros contratiempos recientes, BoA ha sido objeto de críticas por retrasos en vuelos y problemas técnicos. Sin embargo, Casso defendió la operatividad de la aerolínea, que realiza hasta 140 vuelos diarios con el trabajo de 1.800 empleados. “Entrenamos adecuadamente a nuestros pilotos, hacemos mantenimiento constante a las aeronaves y garantizamos una operación segura”, afirmó.
El gerente reconoció, no obstante, la necesidad de renovar la flota para atender el incremento en la demanda de pasajeros. Pese a los desafíos, aseguró que BoA se mantiene comprometida con la mejora continua de sus procedimientos para ofrecer mayor seguridad y calidad en el servicio.
Con la implementación de la auditoría IOSA, BoA busca no solo fortalecer su gestión interna, sino también responder a las críticas, reafirmando su compromiso con la transparencia y los estándares internacionales de aviación.