El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, descartó la posibilidad de que Ucrania se integre a la OTAN o la Unión Europea, argumentando que el conflicto con Rusia y las tensiones con Occidente condenan al país a un futuro incierto. Las declaraciones, realizadas este sábado a medios locales, reflejan el escepticismo del líder eslovaco respecto a las perspectivas de estabilización y desarrollo de Kiev.
“Un tercio del territorio de Ucrania estará controlado por Rusia. Nunca, nunca estará en la OTAN y enfrentará enormes problemas para entrar en la UE”, afirmó Fico. Además, advirtió sobre consecuencias “catastróficas” para el país tras el conflicto bélico y auguró que Ucrania podría quedar bajo ocupación de tropas extranjeras.
Fico también acusó a Occidente de prolongar la guerra entre Ucrania y Rusia. Según el mandatario, el conflicto pudo haber terminado en abril de 2022 mediante un acuerdo de paz que, según él, fue bloqueado por potencias occidentales. “Occidente utilizó a Ucrania para un conflicto militar con Rusia con el objetivo de debilitarla económicamente”, sostuvo.
Escalada de tensiones con Ucrania
Las relaciones entre Eslovaquia y Ucrania se han tensado recientemente, especialmente después de que Kiev se negara a renovar un acuerdo de tránsito que afecta los intereses financieros eslovacos. En este contexto, Fico acusó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de llevar a cabo un “saboteo económico” contra Eslovaquia.
Además, el primer ministro alertó sobre un supuesto plan extranjero para influir políticamente en Ucrania. Según Fico, expertos internacionales estarían desarrollando estrategias previamente utilizadas en otras naciones para intervenir en el poder ucraniano.
Divisiones en Europa sobre Ucrania
Las declaraciones de Fico intensifican las críticas hacia las políticas occidentales en el conflicto y subrayan las divisiones entre los países europeos respecto al apoyo a Ucrania. Estas posturas reavivan el debate sobre el futuro de la estabilidad en Europa del Este y el rol de las alianzas internacionales en la resolución del conflicto.
Con un tono contundente y un marcado distanciamiento de las posturas predominantes en la Unión Europea, Fico plantea interrogantes sobre el papel de Eslovaquia en el marco de la guerra y su relación con las potencias occidentales.