En el marco de los preparativos por los 200 años de la independencia de Bolivia, el presidente Luis Arce propuso este sábado en la noche un gran pacto social enfocado en la unidad nacional y la reflexión sobre los logros y desafíos que han definido la historia del país. Durante un discurso cargado de referencias históricas, el mandatario subrayó la importancia de superar divisiones políticas y construir una visión inclusiva de futuro para el Bicentenario.
“Estamos llamados a consolidar un modelo que no solo respete nuestra diversidad, sino que nos posicione como un país líder en igualdad y desarrollo”, afirmó Arce, quien destacó el papel de la población en la consolidación de una democracia más inclusiva.
Una historia de lucha y transformación
Desde su fundación en 1825, Bolivia ha atravesado etapas clave que marcaron su identidad nacional. En su discurso, el presidente rememoró la revolución de 1952, que trajo consigo la reforma agraria, la nacionalización de recursos y la instauración de derechos sociales fundamentales. Asimismo, destacó la resistencia de los movimientos sociales contra el neoliberalismo en los años 2000, los cuales revirtieron la privatización de recursos estratégicos como el agua y el gas.
“La lucha por la soberanía ha sido una constante en nuestra historia, desde las batallas por el control territorial hasta la defensa de nuestros recursos naturales”, señaló Arce, al tiempo que resaltó los avances logrados con el Estado Plurinacional instaurado en 2009. Entre estos logros mencionó el reconocimiento de 36 naciones indígenas, la reducción de la pobreza extrema del 38% al 15% en una década y el acceso ampliado a servicios básicos.
No obstante, el presidente reconoció que aún quedan desafíos pendientes, como la generación de empleos dignos, la reducción de las desigualdades sociales y la industrialización sostenible de los recursos naturales.
Un Bicentenario con visión de futuro
Arce planteó que el Bicentenario debe trascender la celebración histórica para convertirse en un espacio de evaluación y proyección. “Es una oportunidad para reflexionar sobre lo que hemos logrado y comprometernos con un país más justo, digno y soberano”, afirmó.
En este contexto, el mandatario presentó un plan con propuestas concretas:
1. Actividades culturales y educativas: Promoción de ferias, exposiciones y proyectos pedagógicos en todo el país para resaltar la diversidad cultural, histórica y natural de Bolivia.
2. Obras de infraestructura emblemáticas: Construcción y restauración de espacios públicos, como monumentos históricos y museos interactivos, que reflejen el espíritu del Bicentenario.
3. industrialización y soberanía económica: Impulso de proyectos estratégicos, como la industrialización de litio, gas y agroindustria, para fortalecer la economía nacional.
4. Participación ciudadana: Convocatoria a mesas de diálogo y foros nacionales que permitan a los ciudadanos expresar sus visiones sobre el futuro del país.
Hacia una segunda independencia
El presidente definió el Bicentenario como el inicio de una “segunda independencia”, centrada en la emancipación económica y la consolidación de una soberanía política y cultural. Arce instó a la población a valorar los avances alcanzados desde la fundación de la República y a fortalecer la unidad para enfrentar los retos del siglo XXI.
“La conmemoración de nuestros 200 años debe ser un punto de encuentro para las bolivianas y bolivianos. Es el momento de reflexionar sobre nuestra historia y asumir un compromiso colectivo con el futuro”, concluyó el mandatario.