El destino aduanero especial de Tráfico Fronterizo permite a los habitantes de localidades fronterizas de Bolivia ingresar mercancías destinadas al consumo personal, familiar o al comercio minorista sin pagar tributos aduaneros, siempre que el valor total no supere los 150 dólares. Este beneficio se aplica en pasos clave de la frontera con Brasil, como Cobija, Guayaramerín, San Vicente, San Matías y Puerto Suárez, según informó Ailton Suárez, administrador de la Aduana Frontera Cobija.
Para acogerse a este régimen, los ciudadanos deben completar el Formulario 229, conocido como Declaración Jurada de Tráfico Fronterizo, y presentarlo ante las autoridades aduaneras al ingresar al territorio nacional. Entre los requisitos necesarios se incluyen:
-Documento de identidad vigente.
-Factura comercial o documentos equivalentes, como la nota fiscal electrónica o el recibo de venta.
En el caso de productos agrícolas, como frutas, vegetales y hortalizas, no se requiere documentación adicional.
En Cobija, los controles se llevan a cabo en los pasos del Puente de la Amistad y el Puente Internacional. Este régimen está respaldado por la Ley General de Aduanas y el Tratado Boliviano-Brasileño de Roboré de 1958, que tiene como objetivo fomentar el comercio minorista entre comunidades fronterizas, eliminando barreras impositivas y administrativas.
Beneficios económicos y objetivos
La política, impulsada por el Gobierno, busca fortalecer las economías locales y facilitar el comercio exterior en las zonas fronterizas. Según Ailton Suárez, esta iniciativa está alineada con las estrategias del presidente Luis Arce, orientadas a promover la integración económica en el marco del Bicentenario de Bolivia.
El Tráfico Fronterizo constituye una herramienta clave para dinamizar la economía de las comunidades limítrofes, históricamente dependientes del intercambio transfronterizo. Al eliminar obstáculos aduaneros, se fomenta el comercio de pequeña escala, contribuyendo al desarrollo socioeconómico de estas regiones.