Cuatro personas, entre ellas dos menores de edad, fallecieron al inhalar gases tóxicos en la mina Andacaba, ubicada en Potosí. El trágico incidente pone nuevamente en evidencia las condiciones laborales precarias en los yacimientos mineros de la región.
El subcomandante de la Policía Departamental, Ronald Irigoyen, informó que un equipo de bomberos llegó al lugar el martes tras recibir reportes sobre el posible fallecimiento de los trabajadores. Durante el operativo, los rescatistas descendieron 90 metros con sogas, enfrentando riesgos similares a los que le costaron la vida a uno de sus compañeros semanas atrás en el mismo yacimiento.
Identidad de las víctimas
Los cuerpos recuperados fueron identificados como Wilmer Cruz (22), Nelson Cruz (20), Lourdes Cruz (18) y Elton Soliz (17). Según las autoridades, las muertes ocurrieron por la acumulación de gases tóxicos en el segundo nivel de la mina, un área que carece de ventilación adecuada.
Deficiencias en seguridad
El accidente pone de relieve las condiciones inseguras en la mina Andacaba, donde el ingreso depende de un sistema improvisado de poleas y motores. Esta situación, considerada altamente peligrosa por los bomberos, resultó mortal para un suboficial que perdió la vida en diciembre pasado mientras intentaba realizar un rescate.
El subcomandante Irigoyen lamentó la falta de infraestructura básica, como sistemas de ventilación por tuberías, lo que obliga a depender de motores para evitar la acumulación de gases letales, conocidos como “bochorno” entre los mineros.
Un inicio de año trágico
En lo que va de 2025, se han registrado cinco muertes en accidentes mineros en Potosí. Además de este caso, se reportó el fallecimiento de Andrés Maquera Sosa (34), quien murió por asfixia tras quedar atrapado bajo una carga de mineral en Malmisa.
Estas cifras reflejan una preocupante tendencia: en 2024, al menos 116 mineros perdieron la vida en accidentes laborales en la región.
Urge mayor regulación
La tragedia en Andacaba subraya la necesidad de implementar normas de seguridad más estrictas en los yacimientos mineros. La falta de equipos adecuados y supervisión pone en constante peligro a los trabajadores, dejando a familias y comunidades en duelo.
Autoridades y expertos insisten en que sin inversiones en infraestructura y medidas de seguridad, estos incidentes seguirán siendo una realidad frecuente y devastadora para la región.