El municipio de Quime, ubicado en la provincia Inquisivi del departamento de La Paz, se declaró en estado de desastre este sábado, luego de que una riada arrasara con 25 viviendas y dejara a 60 familias damnificadas. El desbordamiento de dos ríos provocó una emergencia que ha dejado a la población sin electricidad ni acceso a agua potable, agravando aún más la situación.
Según informó Carlos Torres, responsable departamental de Defensa Civil, el fenómeno afectó gravemente el casco urbano de Quime, donde decenas de familias se han refugiado en la plaza principal, a la espera de ayuda humanitaria tras perder todos sus bienes.
Alertas meteorológicas en la región
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha emitido alertas por lluvias intensas y tormentas eléctricas que abarcan varias regiones del país, incluyendo La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Beni y Pando. Estas alertas estarán vigentes hasta este domingo. Además, el organismo advirtió sobre el riesgo de desbordes de ríos en La Paz, Beni y Pando, un peligro que se mantendrá al menos hasta el lunes 13 de enero.
La situación climática también ha afectado a otros municipios de La Paz. En Palca, una riada registrada la noche del sábado destruyó muros de contención, mientras que en la ciudad de La Paz, la Alcaldía alertó sobre el incremento del caudal del río Achumani, recomendando precaución a los habitantes del sur de la urbe.
Un panorama crítico en Quime
Aunque este domingo el municipio de Quime amaneció sin lluvias, las secuelas de la riada son devastadoras. Además de las 25 viviendas destruidas, otras 10 están en riesgo de colapso. La población afectada exige acciones inmediatas de las autoridades locales y nacionales para atender la emergencia.
La vulnerabilidad de la región ante fenómenos climáticos extremos pone en evidencia la urgencia de reforzar las medidas preventivas y mejorar la capacidad de respuesta ante desastres naturales. Las lluvias continuas y las alertas meteorológicas mantienen en vilo a los habitantes de diversas regiones del país, mientras las comunidades afectadas luchan por recuperarse en medio de la incertidumbre.