Más de 10 mil argentinos atravesaron ayer la frontera en Aguas Blancas, Orán, para realizar compras navideñas en Bermejo, Bolivia. El flujo masivo generó largas filas en el Área de Control Integrado (ACI) del puente internacional, donde se reportaron demoras atribuidas a los trámites migratorios.
La crecida del río Bermejo complicó la movilidad en la zona, obligando a muchos viajeros a utilizar el puente en lugar de las tradicionales embarcaciones conocidas como chalanas, que quedaron fuera de servicio temporalmente. Otros optaron por esperar durante horas a que el nivel del agua descendiera y se reanudara el paso por el Puerto de Chalanas.
Beneficios y restricciones para los compradores
La gran afluencia de turistas argentinos se debe a los precios más accesibles de productos como ropa, calzado y juguetes en Bolivia. Según las autoridades aduaneras argentinas, quienes cruzan bajo el régimen de equipaje turístico tienen una franquicia libre de impuestos de hasta 300 dólares, sin contar ciertos artículos personales como ropa, un celular y una laptop o tablet. Sin embargo, quienes exceden este límite deben pagar un tributo.
Además, existe un régimen especial para los habitantes de zonas fronterizas como Orán y Aguas Blancas, que permite el comercio de productos en menor escala. Por otro lado, los “bagalleros”, quienes transportan mercancías con fines comerciales, pueden acogerse a un régimen simplificado que busca regularizar su actividad y prevenir el contrabando de sustancias ilegales, menciona una publicación de El Tribuno.
Riesgos y controles fronterizos
El comercio informal y el tráfico de mercaderías en la frontera presentan desafíos constantes. Según medios locales, gran parte de los productos ingresa por pasos no habilitados, evadiendo los controles aduaneros y de seguridad. En algunos casos, las autoridades han detectado drogas ocultas entre las mercancías.
La reciente muerte de un porteador durante un enfrentamiento con gendarmes, en el que se encontraron 51 kilos de cocaína, evidenció nuevamente los riesgos asociados a estas actividades. Ante esta situación, las autoridades insisten en persuadir a los bagalleros para que se inscriban en el régimen simplificado, el cual dignificaría su labor y mejoraría los controles de seguridad.
El flujo masivo de argentinos en busca de precios más bajos para las festividades pone en evidencia las desigualdades económicas entre ambos países y la complejidad del comercio transfronterizo.