El Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció que lanzará la convocatoria oficial para las elecciones generales de 2025 durante los primeros diez días de abril, según informó su presidente, Oscar Hassenteufel. Los comicios están programados, en principio, para el 10 de agosto de ese año, y en ellos se elegirá al presidente, vicepresidente, 130 diputados, 36 senadores y 9 representantes para organismos parlamentarios supranacionales.
En declaraciones a la prensa, Hassenteufel enfatizó que el TSE iniciará en enero los preparativos plenos del proceso electoral. Asimismo, subrayó la importancia de que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) apruebe la ley de redistribución de escaños, una iniciativa presentada en octubre de 2023 basada en los datos preliminares del Censo Nacional 2024. Este proyecto plantea ajustes en la representación parlamentaria, con implicaciones directas para los departamentos.
La redistribución propuesta beneficiaría a Santa Cruz, que aumentaría de 28 a 29 diputados, consolidándose como el departamento más poblado del país. Por el contrario, Chuquisaca perdería un escaño, pasando de 10 a 9 representantes. Los demás departamentos mantendrían su distribución actual: La Paz (29), Cochabamba (19), Potosí (13), Oruro (9), Tarija (9), Beni (8) y Pando (5).
Trabajo pendiente en el Legislativo
El TSE confía en que la ley sea aprobada durante la primera semana de enero para avanzar en el rediseño de las circunscripciones uninominales, un paso crucial para garantizar la organización y transparencia del proceso electoral. No obstante, el diputado Juan José Jáuregui advirtió que el proyecto debe ser repuesto en el nuevo periodo legislativo 2024-2025 para su debate en plenaria.
Pese a las posibles demoras, Jáuregui minimizó los riesgos para el calendario electoral, argumentando que el TSE aún no ha presentado plazos definitivos para la implementación de la ley.
La pronta aprobación de la ley de redistribución de escaños es esencial para garantizar una representación equitativa de los departamentos y cumplir con los tiempos establecidos para el proceso electoral. Con los preparativos en marcha, Bolivia se encamina hacia un nuevo ciclo democrático que definirá el futuro político del país.