Los ingenios arroceros de Montero, en el departamento de Santa Cruz, paralizarán actividades este miércoles en protesta por recientes intervenciones realizadas por la Fiscalía. La medida, anunciada por Jairo Carballo, secretario de Actas de Ingenor, busca denunciar lo que los productores consideran un “acoso constante” por parte del Gobierno y expresar su preocupación ante la creciente inseguridad en el sector productivo.
Carballo informó que el paro incluye una convocatoria a productores, industriales y distribuidores mayoristas que han sido afectados por las medidas gubernamentales. “Se ha tomado esta determinación para expresar el rechazo total a estas actuaciones y buscar un pronunciamiento conjunto. Hay cerca de 120 ingenios perjudicados, y estamos en emergencia”, afirmó el dirigente.
La dirigencia también ha extendido un llamado a productores de otras regiones, como Beni, Yapacaní y zonas del norte del país, para que se sumen a las deliberaciones previstas para el miércoles. Durante esta jornada, se analizarán posibles nuevas medidas en defensa del sector.
Respuesta a las acusaciones del Gobierno
Los productores arroceros han rechazado categóricamente las acusaciones del Gobierno sobre prácticas de especulación y ocultamiento de arroz. Carballo aseguró que los ingenios están abiertos a inspecciones y calificó de “infundadas” las declaraciones oficiales.
El conflicto se intensificó el pasado sábado, cuando la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, denunció la presunta retención de arroz en Montero y ordenó el decomiso del producto. Según la autoridad, el grano sería comercializado a un precio “justo”. Sin embargo, esta acción ha generado tensión y ha sido percibida por los productores como una intervención arbitraria.
Impacto en la producción de alimentos básicos
Este paro no solo refleja el malestar de los ingenios arroceros, sino que también pone de manifiesto los desafíos estructurales que enfrenta el país para garantizar la estabilidad en la producción y distribución de alimentos básicos como el arroz.
El desarrollo del conflicto será clave para determinar el rumbo de un sector estratégico en la economía nacional y su capacidad para enfrentar la incertidumbre regulatoria y el aumento de la presión gubernamental.