Bolivia enfrenta crecientes desafíos en el control de la producción de coca debido al significativo aumento de cultivos, tanto en áreas autorizadas como en zonas prohibidas. Según el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani Espíndola, los cultivos se incrementaron un 70% en el departamento de La Paz y más del 76% en el trópico de Cochabamba, lo que complica las estrategias para contener la producción excedentaria.
En lo que va de 2024, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) ha erradicado 8.029 hectáreas de cultivos de coca, cumpliendo el 80% de la meta anual de 10.000 hectáreas. Santa Cruz lidera las cifras con 4.319 hectáreas eliminadas, seguido de Cochabamba con 2.247 hectáreas, y La Paz con 1.462 hectáreas.
Del total erradicado, un 92% correspondió a cultivos en zonas no autorizadas, mientras que el restante 8% (186 hectáreas) fue racionalizado en áreas permitidas. Estas acciones se enmarcan en la Ley General de la Hoja de Coca y los compromisos internacionales asumidos por Bolivia en la lucha contra el narcotráfico.
Aumento en áreas legales preocupa a las autoridades
A pesar de los avances en la erradicación, el crecimiento de cultivos en zonas autorizadas plantea un reto significativo. “Exhortamos a los productores a reactivar el control social y evitar la expansión de cultivos excedentarios en áreas permitidas”, declaró Mamani. El viceministro advirtió que esta tendencia podría dañar la imagen del país y comprometer el equilibrio entre la producción destinada al consumo tradicional y el control del excedente.
La FTC ha encontrado resistencia en regiones como los parques nacionales Isiboro Sécure y Carrasco, donde comunidades locales han bloqueado las labores de erradicación. No obstante, Mamani destacó avances en zonas protegidas como la Reserva Forestal El Choré, que pronto será declarada libre de cultivos de coca.
“Instamos a los productores a permitir las labores de racionalización y erradicación en zonas no autorizadas. Estas acciones son fundamentales para cumplir con nuestras metas nacionales y honrar los acuerdos internacionales”, enfatizó.
Compromiso con metas nacionales e internacionales
El Gobierno reafirma su objetivo de erradicar 10.000 hectáreas de cultivos de coca en 2024, con 2.500 hectáreas proyectadas en los Yungas y 7.500 en el Chapare. La estrategia no solo busca equilibrar el mercado interno, sino también fortalecer la posición de Bolivia en el ámbito internacional como un actor comprometido con la lucha contra el narcotráfico.
Mamani instó a los productores a colaborar con las autoridades, subrayando que una gestión sostenible de la hoja de coca es esencial para preservar tanto la economía como la reputación del país. “Nuestro compromiso con Bolivia y la comunidad internacional es inquebrantable”, concluyó.