La crisis de suministro de diésel amenaza la continuidad del transporte internacional de pasajeros, lo que podría desencadenar despidos masivos y pérdidas económicas en un sector clave para el turismo y la economía regional.
La representante del transporte internacional de pasajeros, Beatriz Patón, advirtió esta semana que el sector enfrenta una situación crítica debido a la escasez de diésel, que afecta gravemente a las operaciones de buses internacionales. Patón alertó que el transporte está “al borde de la quiebra” y que, sin soluciones inmediatas, podrían llevarse a cabo despidos masivos y suspenderse pagos de aguinaldos a los trabajadores.
Patón explicó que las empresas de transporte no están generando los ingresos necesarios para cubrir sus obligaciones financieras, lo que pone en riesgo la estabilidad laboral de cientos de empleados en el sector. Los alquileres de oficinas tanto en el país como en el extranjero, así como el mantenimiento de flotas y otros gastos operativos, se han vuelto insostenibles sin el flujo normal de pasajeros y el acceso al combustible. “Estamos entrando en quiebra; no podemos pagar y no estamos saliendo [a operar]”, declaró, señalando que la situación ha provocado una reducción drástica en los servicios hacia destinos como Chile y Perú.
Efectos en el turismo y la demanda de servicios
La falta de diésel no solo impacta a los operadores de transporte, sino que también afecta el turismo en la región. Según Patón, la inestabilidad y la constante interrupción de rutas disuaden a los turistas de viajar. “Ya no vienen los turistas; ¿a qué van a venir si estamos de bloqueo en bloqueo?”, expresó, aludiendo a los constantes problemas de abastecimiento y los cortes de ruta. Esto, en un periodo que debería ser el inicio de la temporada alta de viajes —de noviembre a febrero—, cuando usualmente se incrementa la demanda de servicios.
Urgencia de soluciones y perspectivas a corto plazo
Ante esta situación, Patón indicó que el sector espera una mejora en el abastecimiento de diésel en las próximas semanas, aunque reconoció que las perspectivas son inciertas. La falta de una solución rápida podría significar la quiebra para muchas empresas de transporte internacional que dependen de esta temporada para recuperar ingresos. “Es la única esperanza que tenemos como transporte internacional”, subrayó, apelando a las autoridades y proveedores de combustible para restablecer el suministro.