La ciudad de Cochabamba enfrenta una jornada de tensión este miércoles, marcada por dos conflictos simultáneos: el paro de 48 horas convocado por los panificadores, que exigen al Gobierno la dotación de harina subvencionada, y los bloqueos del transporte pesado, que reclaman la normalización del abastecimiento de diésel.
Desde temprano, los transportistas instalaron bloqueos en las principales arterias de la ciudad, generando importantes retrasos en el tráfico y complicaciones para la movilidad urbana. Entre los puntos más afectados se encuentran la avenida Blanco Galindo, que conecta Cochabamba con Quillacollo; la avenida Villazón, que une Sacaba con el centro de la ciudad; y las avenidas América, Juan de la Rosa y Melchor Pérez, que comunican con Tiquipaya. Estos bloqueos han interrumpido el tránsito de vehículos, y según los transportistas, su objetivo es presionar para asegurar el suministro estable de diésel, un recurso esencial para sus actividades.
Héctor Mercado, dirigente del transporte pesado, informó que se ha programado un diálogo con autoridades del Viceministerio de Hidrocarburos, YPFB y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) para abordar la problemática. Las negociaciones, que se esperan se lleven a cabo esta mañana, buscan una solución inmediata que permita levantar las medidas de presión y restablecer la circulación en las vías.
En paralelo, la industria panificadora ha detenido sus actividades en protesta por la falta de harina subsidiada, la cual consideran vital para mantener la producción del pan de batalla a un precio accesible. El paro ha generado que desde primeras horas del día las tiendas y mercados no reciban este producto básico, afectando a los consumidores y aumentando la preocupación de la ciudadanía. Los panificadores exigen que Emapa cumpla con la provisión de harina, asegurando que la falta de esta materia prima podría traducirse en un aumento del precio del pan, lo cual impactaría negativamente en la economía familiar.
Por otra parte, en la refinería de Valle Hermoso se ha desplegado un contingente militar y policial con el objetivo de resguardar los camiones cisterna que transportan combustible. Esta medida de seguridad busca evitar mayores interrupciones en la distribución de diésel, en medio de las tensiones generadas por el bloqueo del transporte pesado.
La situación actual en Cochabamba refleja una serie de demandas no atendidas por el Estado en sectores clave para la economía y la vida diaria de los ciudadanos. La falta de suministro de insumos básicos, tanto de harina como de combustible, ha generado una crisis que afecta a múltiples sectores y agrava las preocupaciones de los cochabambinos.