Cuba está en alerta y ha evacuado a miles de personas ante la llegada del ciclón Rafael, que podría intensificarse a un huracán mayor al tocar tierra este miércoles. Esto ocurre apenas dos semanas después de la devastación causada por el ciclón Oscar, que dejó ocho muertos y provocó un apagón generalizado en el país.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU. informó que Rafael se localiza a 260 kilómetros al sureste de La Habana, con vientos máximos sostenidos de 160 km/h, lo que lo clasifica como un huracán de categoría 2. Se espera que alcance la categoría 3 antes de impactar en las provincias de Pinar del Río y Artemisa, en el oeste de Cuba.
Las autoridades han declarado fase de “alerta” en nueve de las 15 provincias, incluida La Habana, y al menos 70,000 personas han sido evacuadas, especialmente en Guantánamo, que fue gravemente afectada por Oscar. Las clases han sido suspendidas en varias áreas, y el servicio de transporte público ha sido interrumpido.
La presidenta del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel, está supervisando las medidas de emergencia en sectores como alimentos, energía y salud. Las evacuaciones incluyen a pobladores de localidades costeras, como Guanimar, donde los residentes se apresuran a proteger sus pertenencias.
Cuba enfrenta estos nuevos desafíos mientras intenta recuperarse de los daños recientes y una crisis eléctrica que ha dejado al país en una situación tensa.