Un grupo de aproximadamente 2000 personas afines a Evo Morales tomó el control del Regimiento Cacique Maraza, ubicado en el corazón del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Este acontecimiento ha generado una creciente preocupación por la seguridad en la región.
El capitán del regimiento, en un video difundido en redes sociales, expresó su desesperación, afirmando que sus soldados e instructores están siendo tratados como rehenes. En su declaración, solicitó a las autoridades que no intervengan en los bloqueos establecidos en Parotani y otros puntos críticos, argumentando que la vida de su personal está en peligro.
Las acciones de los evistas se enmarcan en un contexto de tensiones políticas y sociales que persisten en el país desde la renuncia de Morales en 2019. La toma del regimiento, además de ser una manifestación de descontento, pone de relieve la polarización en la región y el riesgo de violencia.
Las familias de los soldados, presentes en el lugar, también hicieron un llamado a la calma, destacando que su situación es crítica y que están preocupadas por la seguridad de sus seres queridos. “Estamos aquí, padres, hijos y hermanos de familias enteras”, subrayaron en su mensaje.
Este incidente no solo resalta la inestabilidad en el área, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre el gobierno y los movimientos sociales en el país. Las autoridades deberán abordar esta situación con urgencia para evitar un mayor deterioro de la paz social y la seguridad en la región.