DW.- Diversos sectores de Ecuador protestaron este jueves en Quito contra el Gobierno de Daniel Noboa, por la crisis de seguridad y de electricidad que sufre el país, donde apagones de hasta 14 horas han dejado pérdidas millonarias en las últimas seis semanas.
La marcha organizada por estudiantes y organizaciones sociales avanzó hasta el centro histórico de la capital al grito de “¡Fuera Noboa!” y pancartas con mensajes como “Con o sin luz, este Gobierno no se ve”.
Los grupos manifestantes caminaron desde la estatal Universidad Central, en el norte, hasta la plaza de Santo Domingo, en el casco colonial, sin que la Policía reportara de momento incidentes. Quienes protestaron lo hicieron contra el presidente, hijo de un magnate bananero que buscará la reelección en febrero de 2025 y al que tildan de “prepotente”.
Noboa, quien lideraba la intención de voto en dos encuestas privadas divulgadas en agosto de 2024, admitió el 27 de octubre que su popularidad ha disminuido a causa de los racionamientos de electricidad provocados por la peor sequía en 61 años.
“Este es un Gobierno indolente”, reclamó Marcelo Ushiña, presidente de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas. “El sistema lechero está en quiebra ahorita, el sistema florícola está en quiebra por esto de los apagones”, dijo Ushiña a la prensa, quien además se quejó por la violencia narcotráfico que azota al país.
Por su parte, María Paz Jervis, presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano, declaró el jueves al canal Teleamazonas que -durante la actual etapa de cortes de luz- las ventas a nivel nacional cayeron 20%. “Esto es muchísimo dinero”, apuntó la dirigente, quien sostiene que las pérdidas suman 4.000 millones de dólares. En tanto, el gremio de industriales asegura que, por cada hora sin energía, la nación pierde 12 millones de dólares.
El 25 de octubre, el Gobierno impuso la medida más restrictiva en lo que va del 2024 al ordenar 14 horas al día de suspensión del servicio eléctrico. En abril, ya decretó cortes de hasta 13 horas diarias. El Ejecutivo atribuye la crisis eléctrica a la “difícil situación climática”.
En 2024, la región encendió las alarmas ante una prolongada temporada seca asociada al cambio climático, que ha ocasionado racionamientos de agua y energía e incendios forestales. Ecuador necesita unos 4.600 MW y afronta un déficit de al menos 1.600 MW.