Este miércoles, Bolivia cumple 17 días de bloqueos impulsados por sectores afines a Evo Morales. Según el último informe de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), ya suman 24 los puntos de corte en rutas interdepartamentales, afectando el tránsito y la distribución de bienes en varias regiones del país.
El departamento más afectado es Cochabamba, donde 19 bloqueos mantienen aislada la región, cortando los accesos hacia el oriente, el sur y el occidente del país. Este aislamiento ha dejado a cientos de transportistas varados en las carreteras, muchos de ellos desde el inicio de la medida. Los conductores del transporte pesado, cuya mayoría transporta productos perecederos, enfrentan la preocupación de que sus mercancías se deterioren por la prolongada exposición al sol.
Además de Cochabamba, los bloqueos también se extienden en otros departamentos como Oruro, Santa Cruz y Potosí, provocando un impacto en la economía local y dificultando el traslado de productos y alimentos. La tensión en las rutas ha escalado en puntos críticos como Parotani y Mairana, donde se han registrado enfrentamientos violentos entre manifestantes y la Policía. En estos incidentes, los manifestantes recurrieron a dinamita, mientras que las fuerzas del orden respondieron con gases lacrimógenos en su intento de despejar las vías.
Por otro lado, el trópico de Cochabamba enfrenta una situación particular tras el repliegue de efectivos policiales, quienes se retiraron ante amenazas de comunarios de la región. Esta retirada ha dejado sin resguardo policial a varias comunidades, generando inquietud entre los habitantes.
La prolongación de estos bloqueos afecta no solo al sector del transporte, sino a toda la cadena de suministro, lo cual podría generar escasez y aumento en los precios de productos básicos en el mercado. La población permanece expectante, mientras las autoridades no han anunciado avances significativos en negociaciones que puedan poner fin a esta medida.