El Gobierno nacional está considerando la movilización de las Fuerzas Armadas (FFAA) para intervenir en los bloqueos que han paralizado el país durante los últimos 17 días. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, explicó que, debido a la creciente violencia en los puntos de bloqueo, es posible que se solicite la participación de los militares para reforzar la presencia de la Policía Boliviana, la cual, según la autoridad, enfrenta un escenario de “lucha desproporcionada” frente a los manifestantes.
Del Castillo señaló que los grupos que sostienen los bloqueos en las principales carreteras del país emplean armas de fuego y explosivos, como bombas molotov, en sus enfrentamientos con la Policía, lo que ha llevado a evaluar medidas más drásticas para restaurar el orden. “Si tenemos la imperiosa necesidad de requerir el acompañamiento de las Fuerzas Armadas, lo vamos a hacer”, afirmó el ministro, subrayando que la prioridad es garantizar la seguridad y la libre circulación en el país.
Además, la autoridad sostuvo que el uso de armamento letal por parte de los manifestantes coloca a las fuerzas del orden en una posición de riesgo, y mencionó que es intolerable la violencia y la impunidad que se ha visto en algunas de estas protestas, las cuales parecen, según su opinión, propias de “un cártel de droga”.
Algunos sectores piden que se declare un estado de excepción que permita el despliegue militar para garantizar la seguridad y la reanudación de actividades económicas y de transporte, afectadas gravemente por los bloqueos. Empresas y gremios transportistas también han solicitado una solución urgente, indicando que los bloqueos no solo provocan pérdidas económicas, sino también desabastecimiento en varias regiones del país.
La Policía Boliviana, según declaraciones del ministro, enfrenta una situación crítica debido al tipo de armamento empleado por los bloqueadores, lo que ha derivado en un desgaste de sus fuerzas y una escalada en el nivel de confrontación.