La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) expresó su profunda indignación frente a las agresiones sufridas por periodistas y trabajadores de medios durante los recientes bloqueos en Parotani, Cochabamba, e instó a Evo Morales a ordenar el cese de la “violencia irracional” ejercida contra la prensa. En un comunicado, la ANPB pidió a Morales que instruya a sus seguidores a evitar los ataques y respetar la labor informativa de los periodistas que cubren los bloqueos.
Los ataques ocurrieron mientras los trabajadores de la prensa realizaban la cobertura de un operativo policial para liberar vías bloqueadas durante 12 días por seguidores de Morales, quienes demandan su candidatura y el cese de procesos judiciales en su contra. La ANPB denunció que los periodistas fueron víctimas de agresiones físicas y verbales, amenazas de muerte y ataques con piedras y dinamita. Además, señaló que los manifestantes incitaron a “quemarlos vivos” y a quitarles sus equipos, acciones que representan una grave amenaza para la seguridad de los comunicadores.
“Exigimos al líder de los bloqueos, el expresidente Evo Morales, que instruya a sus seguidores para que paren la violencia irracional contra la prensa”, enfatizó la ANPB, subrayando el extremo de la violencia en Parotani, considerado uno de los puntos más tensos del conflicto. La situación alcanzó su clímax cuando pobladores locales y bloqueadores hostigaron a los periodistas, arrojándoles piedras desde cerros y amenazándolos constantemente.
Uno de los periodistas relató: “Nos lanzaban pedradas desde los cerros y la ‘policía sindical’ se posicionaba detrás nuestro, observando y escuchando todo lo que hacíamos. Hoy incluso nos amenazaron con quemarnos”. Otro testimonio reveló que algunos residentes alentaban a los agresores desde sus viviendas, incitando a la destrucción de las cámaras y el linchamiento de los periodistas.
Ante esta situación, la ANPB solicitó al Gobierno medidas de protección para el personal de prensa en zonas de conflicto y el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo en el terreno. Asimismo, hizo un llamado a los propietarios de medios a involucrarse activamente en la seguridad de sus trabajadores y a garantizar condiciones que permitan el ejercicio seguro de la labor periodística.
La violencia dirigida hacia los medios en Bolivia pone en riesgo no solo la integridad de los periodistas, sino también el derecho de la sociedad a estar informada. Para los observadores de derechos humanos y la sociedad civil, este tipo de agresiones constituye una amenaza seria a la libertad de prensa y plantea interrogantes sobre la seguridad y protección que deben ofrecer tanto las autoridades como los líderes políticos en un contexto de alta polarización.