Este lunes comenzó con 14 puntos de bloqueo a nivel nacional, en lo que marca la segunda semana de protestas organizadas por grupos afines al movimiento evista. Cochabamba, uno de los departamentos más afectados, enfrenta 10 bloqueos que han interrumpido por completo el tránsito en las rutas hacia Santa Cruz, tanto por la carretera antigua como la nueva. Además, las salidas de buses hacia el occidente del país fueron suspendidas.
Oruro sumó este lunes un nuevo punto de bloqueo en Caracollo, ruta hacia Potosí. Las autoridades habían logrado despejar la zona durante el fin de semana, pero los manifestantes retomaron la medida durante la madrugada. Mientras tanto, en Santa Cruz, los bloqueos afectan la ruta a Cochabamba en dos puntos críticos: Portachuelo e Ichilo.
Las repercusiones no se limitan solo a la obstrucción de carreteras. La crisis de combustible ha empeorado con largas filas en los surtidores de varias ciudades. En La Paz, desde temprano, cientos de vehículos esperaban en las estaciones de servicio, donde solo se ofrecía gasolina. Una situación similar se vive en Santa Cruz, específicamente en la Doble Vía La Guardia, y en Cochabamba, donde la escasez de diésel y gasolina es más aguda.
YPFB confirmó que los bloqueos están afectando la distribución de combustible a nivel nacional. La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) anunció que, para mitigar la situación, 20 estaciones de servicio en La Paz y El Alto operarán las 24 horas durante toda la semana. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que no se vislumbran soluciones inmediatas o negociaciones para levantar las protestas.
La escalada de estas movilizaciones no solo está aislando a regiones clave del país, sino que está exacerbando una crisis de abastecimiento que afecta tanto a ciudadanos como a sectores productivos, mientras la falta de diálogo amenaza con prolongar aún más el conflicto.