La distribución de combustibles en Bolivia atraviesa una crisis grave debido a los bloqueos de carreteras que persisten desde el lunes pasado. Gabriela Delgadillo, gerente de Productos Derivados e Industrializados de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), informó que más de 570 cisternas, con aproximadamente 16 millones de litros de combustible, están varadas en diferentes puntos del país, sin poder llegar a las plantas de almacenamiento de la estatal. Esta situación pone en riesgo el abastecimiento interno de gasolina, diésel y crudo.
YPFB ha cumplido con su obligación de abastecer el mercado interno, conforme a lo dispuesto por la Ley de Hidrocarburos. Recientemente, la empresa descargó un buque de gasolina en la terminal de Sic Sica, en Arica, Chile. Sin embargo, los bloqueos han impedido el traslado del combustible hacia las plantas de almacenamiento en Bolivia, lo que ha complicado aún más la logística de distribución.
El panorama es alarmante. Delgadillo señaló que la paralización de los camiones cisterna no solo afecta el suministro interno, sino también las exportaciones hacia Paraguay, Argentina y Perú, lo que agrava la situación. Además, advirtió que la operación en la terminal de Arica podría detenerse por completo debido a la falta de capacidad para descargar más combustible.
YPFB, en coordinación con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), ha intentado explorar rutas alternativas para esquivar los bloqueos, pero las opciones son limitadas por la magnitud de los cortes en diversas regiones del país. Delgadillo calificó la situación como un “atentado contra el suministro de combustible” y advirtió que la distribución nacional se encuentra en un punto crítico.
La petrolera estatal hizo un llamado urgente a los responsables de los bloqueos para que permitan el paso de las cisternas. De no solucionarse la situación, YPFB estima que el número de vehículos varados podría llegar a 700 para el viernes, lo que agravaría la crisis de abastecimiento.
Además de los problemas económicos y logísticos, Delgadillo destacó el riesgo que supone la detención prolongada de camiones que transportan materiales inflamables, lo cual no solo pone en peligro a las comunidades cercanas a los puntos de bloqueo, sino también a los propios manifestantes.
Finalmente, YPFB reiteró su compromiso de garantizar el suministro de combustibles en el país y solicitó el cese inmediato de los bloqueos para evitar un colapso que afecte a toda la población.