AFP.- El ejército de Colombia abatió el miércoles a ocho combatientes de la mayor facción disidente de la extinta guerrilla de las FARC en el sur de Colombia, informó el gobierno, que el fin de semana intensificó sus operaciones contra los rebeldes en varias zonas del país.
«Tras intensos combates, se produjo la muerte de ocho integrantes» del denominado Estado Mayor Central (EMC), bajo el mando de Iván Mordisco, en el municipio de Solano, en el departamento amazónico de Caquetá, informó el Ministerio de Defensa en la red X.
Durante la ofensiva “fue rescatado un menor de 14 años que había sido reclutado de manera forzada” por la agrupación rebelde, añadieron las autoridades.
La operación supone “un golpe significativo a las capacidades logísticas y operativas del grupo” en esa zona, consideró la cartera, debido a que se logró la incautación de armamento, munición y equipos de campamento.
Los combates con el EMC se han intensificado tras la decisión del fin de semana del gobierno del izquierdista Gustavo Petro de intervenir en el bastión del grupo armado, en el departamento de Cauca (suroeste).
Los intensos enfrentamientos dejaron al menos una veintena de heridos en una zona repleta de cultivos de hoja de coca conocida como el Cañón del Micay.
El miércoles por la noche, en Jamundí (Valle del Cauca), a 25 kilómetros de la ciudad de Cali, una granada estalló junto a una estación policial, aunque no dejó heridos, solo daños materiales, informó la policía local.
El municipio de Jamundí, de 125.000 habitantes, ha registrado este año constantes ataques armados y con explosivos atribuidos al EMC, que opera en la zona.
La vecina ciudad de Cali albergará, desde el lunes y hasta el 1 de noviembre, la COP16, la principal conferencia sobre biodiversidad de Naciones Unidas.
Allí, el gobierno desplegó esta semana decenas de vehículos blindados y 11.000 policías y militares para «garantizar el desarrollo exitoso» de la cumbre.
Petro aseguró que «la seguridad de la COP16 está garantizada».
Iván Mordisco empezó a negociar la paz con el gobierno el año pasado, pero se levantó de la mesa en abril.
Tras la decisión del jefe guerrillero, la mitad del EMC se mantuvo en los diálogos y el otro 50% intensificó sus ataques contra objetivos militares.
Petro, el primer izquierdista en el poder de Colombia, apuesta por una salida negociada a seis décadas de un conflicto armado que ha dejado 9,5 millones de víctimas.