La campaña de siembra de verano 2024-2025 enfrenta un panorama incierto si el Gobierno nacional no cumple su compromiso de abastecer con diésel a los productores agrícolas, advirtieron los principales actores del sector. El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Luis Farah, fue claro al señalar que la falta de combustible podría frenar las proyecciones de siembra, afectando la producción de alimentos en el país.
“El diésel es fundamental para nuestro sector. Sin él, estamos en riesgo de dañar una campaña que, gracias a las recientes lluvias, tiene condiciones óptimas para comenzar”, expresó Farah. La preocupación es compartida por los productores, quienes se preparan para sembrar 1,3 millones de hectáreas de soya y otras 200.000 hectáreas destinadas a maíz y sorgo, según la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).
La falta de diésel no solo retrasaría el inicio de la campaña, sino que también podría tener repercusiones graves en la seguridad alimentaria. Farah subrayó que “en algún momento, si no se siembra lo estimado, podría faltar alimento”. A pesar de los esfuerzos de los agricultores, quienes ya enfrentan un aumento en los costos de insumos del 30% al 40%, el diésel sigue siendo un recurso esencial para mantener la producción en marcha.
El líder agropecuario hizo un llamado a las autoridades para que cumplan con los compromisos asumidos, tanto en cuanto al suministro de combustible como en la aprobación del uso de biotecnología. Farah recordó que aún está pendiente la oficialización del uso de la soya Intacta, un evento que podría marcar un avance significativo en la productividad del sector. “Si no damos paso a esto ahora, seguiremos retrasando el futuro de la producción alimentaria”, afirmó.
La incertidumbre sobre el abastecimiento de diésel se presenta en un momento crítico, cuando las condiciones climáticas, favorecidas por las recientes lluvias, son óptimas para iniciar la siembra. Sin embargo, sin el apoyo necesario por parte del Gobierno, el sector agrícola se enfrenta a una posible ralentización, lo que afectaría la producción de alimentos en el mediano plazo.
La campaña de verano 2024-2025 es clave para la economía agrícola del país, y su éxito depende, en gran medida, de que se garantice el acceso a los insumos necesarios. Los productores, a pesar de las dificultades, se muestran comprometidos en continuar trabajando para asegurar el suministro de alimentos, pero necesitan que el Gobierno cumpla con su parte del acuerdo.