En una medida sin precedentes, las autoridades iraníes han cancelado todos los vuelos en los aeropuertos del país desde las 21:00 horas del domingo hasta las 06:00 horas del lunes (hora local). Esta acción fue confirmada por un portavoz de la Organización de Aviación Civil de Irán, citado por la agencia de noticias Tasnim. La suspensión de vuelos llega en medio de una creciente tensión regional tras un masivo ataque con misiles lanzado por Irán contra territorio israelí.
La crisis se desató este martes, cuando Teherán disparó alrededor de 200 misiles balísticos dirigidos a objetivos en Israel, intensificando el conflicto entre ambos países. La respuesta israelí no tardó en llegar: el primer ministro, Benjamín Netanyahu, advirtió que Irán había cometido “un gran error” y aseguró que “pagará por ello”, insinuando que una represalia militar podría estar en marcha.
Aunque los detalles de una posible ofensiva israelí aún no se han confirmado, varios informes indican que las autoridades israelíes, en coordinación con el gobierno de Estados Unidos, están evaluando atacar instalaciones estratégicas en Irán, como infraestructuras petroleras, puertos y, potencialmente, sitios nucleares. El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó que Washington y Tel Aviv están discutiendo las opciones disponibles para una respuesta contundente.
El cierre del espacio aéreo iraní podría estar relacionado con la expectativa de un inminente ataque por parte de Israel, ya que la nación persa busca proteger tanto a sus ciudadanos como a su infraestructura de posibles daños. Este desarrollo incrementa aún más la tensión en la región, donde la posibilidad de una escalada bélica masiva entre Irán e Israel preocupa tanto a las potencias mundiales como a los países vecinos.
Las repercusiones de esta situación podrían ser devastadoras no solo para la estabilidad regional, sino también para los mercados energéticos globales, dado que Irán es un importante productor de petróleo. Una acción militar contra sus instalaciones podría interrumpir el suministro de crudo, lo que elevaría los precios del petróleo a nivel mundial.
La comunidad internacional sigue con atención los próximos movimientos, mientras crece la incertidumbre sobre las consecuencias de esta confrontación.