El pasado sábado 28 de septiembre, la aviación boliviana vivió un momento histórico con el primer vuelo comercial cuatrimotor tripulado en su totalidad por mujeres. Este hecho no solo marca un avance significativo en la inclusión femenina dentro de un sector tradicionalmente dominado por hombres, sino que también envía un poderoso mensaje sobre la capacidad y el talento de las mujeres para desempeñarse en roles clave.
El vuelo, operado por la aerolínea boliviana Ecojet, fue comandado por la capitán Fernanda Guzmán, quien se convirtió en la primera mujer boliviana en liderar un cuatrimotor. Guzmán, acompañada por un equipo excepcional, expresó su orgullo por haber alcanzado este importante logro en su carrera. “Este logro es un orgullo inmenso, tanto en lo personal como en lo profesional. Para nosotros, los pilotos, llegar a ser comandante es uno de los mayores objetivos. Gracias al apoyo de mi familia, especialmente de mi hija, he alcanzado este gran hito”, comentó emocionada.
Acompañando a Guzmán en la cabina, se encontraba Jacqueline Milán, quien también forma parte del reducido grupo de mujeres piloto en Bolivia. Milán resaltó la importancia de este vuelo no solo para las mujeres en la aviación, sino para todas aquellas que luchan por alcanzar sus sueños. “Hoy es un día muy especial para todas las mujeres que luchan por sus sueños. La coordinación y el trabajo en equipo entre el comando y la tripulación de cabina son esenciales para el éxito de cualquier vuelo, y este en particular es un claro ejemplo de sincronización y apoyo mutuo”, señaló.
En la cabina de pasajeros, Lesli Vargas, jefa de cabina, y Emilia Flores, tripulante, completaron la tripulación. Vargas destacó la relevancia de este vuelo para la sociedad y para todas las mujeres que buscan romper barreras. “Este vuelo demuestra que cuando las mujeres nos proponemos algo y nos preparamos, podemos llegar más lejos de lo que jamás soñamos. Me siento profundamente orgullosa de haber compartido este vuelo con estas valientes mujeres”, expresó.
Flores, por su parte, enfatizó lo inspirador que es para futuras generaciones ver a un equipo de mujeres liderar una operación tan compleja. “Espero que este logro inspire a muchas personas y muestre que la aviación no es un campo exclusivo para los hombres. Estoy muy feliz de ser parte de algo tan importante”, comentó.
El éxito de este vuelo no solo representa un avance en términos de igualdad de género dentro de la aviación, sino que también reafirma el papel crucial de las mujeres en roles estratégicos dentro de la industria. La coordinación impecable y el trabajo en equipo fueron factores clave para el éxito de la operación, dejando en claro que la inclusión de mujeres en todos los niveles de la aviación es no solo posible, sino también necesaria.
Este hito llega en un momento en el que la industria aeronáutica, tanto en Bolivia como a nivel global, ha comenzado a abrir más espacios para las mujeres, pero aún queda un largo camino por recorrer. Las declaraciones de las tripulantes reflejan un sentimiento compartido: este vuelo no solo es un logro personal, sino un símbolo de lo que las mujeres pueden alcanzar con pasión, dedicación y apoyo.
El vuelo, con una tripulación 100% femenina, no solo quedará registrado en la historia de la aviación boliviana, sino también como un referente para futuras generaciones de mujeres que aspiran a ocupar posiciones de liderazgo en industrias dominadas por hombres. Es un recordatorio de que, cuando se trata de romper barreras y desafiar estereotipos, el cielo no es el límite, sino solo el comienzo.