A partir de este lunes, Bolivia incrementará el suministro de gas natural a Brasil, en el marco de un acuerdo previamente firmado con Petrobras, luego de la finalización del contrato de provisión de gas a Argentina. Este aumento de volúmenes a Brasil se da en un contexto de mayor demanda en el mercado brasileño, tras el cese de envíos a Argentina, que ahora se abastece con su propia producción desde Vaca Muerta.
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, confirmó que desde el 30 de septiembre o el 1 de octubre, se iniciará el envío de mayores volúmenes de gas a Petrobras, como parte de un plan previamente establecido. “Esto ya estaba en el contrato, no es algo nuevo. Hace unos dos años venimos trabajando este momento que iba a pasar con Argentina”, explicó Dorgathen.
El contrato de suministro de gas con Argentina culminó oficialmente el 31 de julio, y los envíos durante agosto y septiembre se realizaron gracias a una adenda temporal solicitada por el gobierno argentino. Argentina ha dejado de importar gas boliviano debido al desarrollo de Vaca Muerta, una de las mayores reservas de gas y petróleo no convencionales del mundo, lo que le permite cubrir su demanda interna.
Dorgathen desmintió las versiones que señalaban que Bolivia suspendió el envío de gas por falta de reservas, calificando estas afirmaciones como “mitos incorrectos”. El presidente de YPFB subrayó que Argentina dejó de comprar gas porque ahora cuenta con suficiente capacidad para autoabastecerse.
En cuanto a los ingresos por exportación de gas, Dorgathen destacó que el mercado brasileño paga un precio superior al argentino, lo que permitirá a Bolivia mantener e incluso mejorar sus ingresos por renta petrolera. También mencionó que existe la posibilidad de que Bolivia transporte gas desde Vaca Muerta a Brasil, aunque este proyecto está actualmente en espera debido a que el precio propuesto por Argentina es demasiado alto para ser viable.
Brasil, por su parte, sigue siendo un mercado clave para el gas boliviano, especialmente en la región occidental, que depende casi exclusivamente del suministro desde Bolivia. A pesar de la competencia creciente por parte de otros proveedores, la infraestructura existente y la posición geográfica aseguran que Bolivia mantenga su presencia en el mercado brasileño.
Este aumento de exportaciones a Brasil no solo refuerza la relación comercial entre ambos países, sino que también garantiza un flujo constante de ingresos para Bolivia, compensando la pérdida del contrato con Argentina y asegurando la estabilidad del sector energético nacional.