En un nuevo capítulo de las tensiones en el Medio Oriente, los rebeldes chiíes hutíes denunciaron que Israel lanzó un ataque aéreo sobre la ciudad portuaria de Al Hodeida, ubicada en el oeste de Yemen, este domingo. La acción ocurre un día después de que los insurgentes hutíes reivindicaran el lanzamiento de un misil balístico contra el aeropuerto Ben Gurion, en Tel Aviv, Israel.
La agencia de noticias Saba, controlada por los hutíes, informó de manera breve sobre el bombardeo, señalando que “la agresión israelí tiene como objetivo la ciudad de Al Hodeida”, aunque no se ofrecieron detalles sobre los daños o las víctimas que este ataque pudiera haber causado. Al cierre de esta edición, las autoridades israelíes no han emitido ninguna declaración oficial que confirme o niegue el ataque.
Este incidente marca una escalada significativa en el conflicto, en el cual Yemen, que atraviesa una guerra civil desde 2014, se convierte en un nuevo frente de tensión entre actores regionales y globales. Los hutíes, respaldados por Irán, han mantenido una postura combativa contra la coalición liderada por Arabia Saudita, mientras que Israel, preocupado por la creciente influencia iraní en la región, ha intensificado sus operaciones en defensa de sus intereses estratégicos.
El presunto ataque israelí ocurre en un contexto de creciente violencia en la región y podría tener repercusiones significativas tanto a nivel geopolítico como humanitario, ya que Al Hodeida es un puerto clave para la entrada de suministros en una nación devastada por la guerra.
Hasta el momento, la falta de una confirmación oficial por parte de Israel genera incertidumbre sobre la magnitud del incidente, pero las implicaciones de un bombardeo israelí en Yemen plantean nuevos interrogantes sobre la expansión de los conflictos en el Medio Oriente, y cómo esto podría afectar la ya frágil estabilidad de la región.