El municipio cruceño de Concepción, uno de los más afectados por los incendios forestales este año, experimentó un respiro el jueves tras una intensa lluvia que duró poco más de una hora. Las precipitaciones alcanzaron tanto la zona urbana como varias comunidades rurales, incluidas algunas severamente afectadas por las llamas, como Monte Verde, donde la situación era crítica horas antes del aguacero.
Las lluvias lograron controlar gran parte de los incendios en Monte Verde, donde previamente se había comenzado la evacuación de personas debido a la amenaza del fuego que rodeaba al menos a cuatro comunidades. Según informó el bombero Favio Poma, una revisión satelital confirmó que la lluvia cubrió “gran parte de los sitios con incendios”, logrando reducir las llamas en un 95% en Monte Verde. Sin embargo, Poma advirtió que la posibilidad de que los focos de calor se reactiven sigue latente debido a la vegetación seca que actúa como combustible.
El alivio climático fue resultado de un frente frío que ingresó a Santa Cruz y otras regiones del país entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, lo que derivó en lluvias que se extendieron a otros municipios cruceños además de Concepción. A pesar de la disminución de las llamas, los expertos en el lugar advierten que los próximos días serán cruciales para evitar la reactivación de los incendios.
El viernes, Poma recalcó que, aunque Monte Verde experimentó una mejora significativa, las comunidades de Palestina y Palmarito de la Frontera aún enfrentan la amenaza directa de los incendios. El comando de incidentes, a cargo de la operación, deberá movilizar personal para la mitigación de los focos activos durante las siguientes 72 horas.
“Es esencial que todo el personal se desplace y establezca líneas de defensa, además de monitorear los sitios para evitar nuevos brotes de fuego”, concluyó Poma, subrayando la importancia de las acciones inmediatas para proteger a las comunidades afectadas.
Aunque las lluvias brindaron un respiro momentáneo, las autoridades locales y los equipos de bomberos continúan en alerta máxima, conscientes de que los incendios forestales podrían reactivarse si no se toman las medidas preventivas necesarias en las zonas afectadas.