Este lunes, la ciudad de La Paz se convierte en el epicentro de una confrontación política entre los dos bloques principales del Movimiento Al Socialismo (MAS). Por un lado, Evo Morales, líder histórico del partido, ingresó a la sede de gobierno al mediodía con una multitudinaria marcha que partió desde la Ceja de El Alto. Mientras tanto, sectores afines al presidente Luis Arce se concentran en la Plaza Murillo, en defensa de su gestión.
La Policía implementó un operativo de seguridad reforzado para cerrar los accesos a la Plaza Murillo y resguardar los edificios públicos, además de zonas estratégicas como la sede de la Central Obrera Boliviana (COB) y la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas “Bartolina Sisa”, en previsión de posibles enfrentamientos.
La marcha de Evo Morales
La movilización encabezada por Morales se desarrolló sin incidentes mayores tras haber recorrido El Alto y descender hacia La Paz. Esta marcha comenzó hace siete días en Caracollo, Oruro, y ha transitado por varias localidades, incluyendo Cruce Layuri, Ventilla, Puente Vela y Senkata. Aunque no se reportaron confrontaciones este lunes, el ambiente sigue tenso tras los enfrentamientos ocurridos el domingo en Ventilla entre simpatizantes de Morales y de Arce.
Según Morales, la marcha tiene como objetivo central exigir soluciones a la compleja situación económica del país. Sin embargo, una carta enviada al secretario de la ONU, Antonio Guterres, revela que la protesta también busca el reconocimiento del congreso partidario de Lauca Ñ, en el que los evistas designaron a Morales como el único candidato del MAS para las elecciones de 2025, una decisión que no cuenta con el consenso del sector arcista.
A medida que la marcha avanza, sectores del comercio en las áreas afectadas, como Puente Vela, han suspendido sus actividades y las clases presenciales se cancelaron en esas zonas. Se espera que la movilización culmine en un cabildo en la Cervecería de La Paz, donde los evistas podrían anunciar nuevas medidas, incluyendo un paro nacional de caminos, como lo había anticipado Morales.
Concentración en la Plaza Murillo
Mientras la marcha se dirige al centro paceño, organizaciones que apoyan a Luis Arce instalaron una vigilia en la Plaza Murillo, conocida como el “kilómetro cero”, para “defender la democracia” y la gestión del presidente. El dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), Lucio Quispe, declaró: “Estamos aquí pacíficamente con todas las organizaciones sociales para resguardar nuestra Casa Grande del Pueblo”.
Con banderas blancas y discursos en apoyo al Gobierno, dirigentes como Esteban Alavi, de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias de Bolivia (Csciob), hicieron un llamado a Morales para que respete el mandato constitucional de Arce y cese lo que consideran un intento de boicotear al gobierno. “Evo, deja de boicotear al Gobierno, deja trabajar”, afirmó Alavi.
Posible diálogo
Ante la escalada de tensiones, el defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, continúa haciendo esfuerzos para promover un diálogo entre ambas facciones. Tanto Morales como Arce han manifestado su disposición a negociar, pero las condiciones planteadas por ambos lados hasta ahora han impedido la instalación de una mesa de diálogo.
El desenlace de este enfrentamiento entre las dos principales figuras del MAS tendrá profundas implicaciones para la política interna del partido y el futuro del país, ya que ambos bloques buscan consolidar su liderazgo de cara a las elecciones de 2025.