DW.- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró este sábado a los miembros del nuevo Gobierno con una coloración mayormente derechista, a propuesta del primer ministro conservador, Michel Barnier, dos meses y medio después de las elecciones que él convocó de forma anticipada. Con este giro, el mandatario espera evitar una moción de censura en el Parlamento.
Una de las piezas clave del nuevo Ejecutivo que simboliza ese giro ideológico a la derecha es el ministro del Interior, Bruno Retailleau, hasta ahora jefe del grupo en el Senado de Los Republicanos (LR, el partido de Barnier), conocido por sus posiciones particularmente duras en el terreno de la inmigración, razón por la cual provoca malestar entre la izquierda y parte de la alianza de Macron.
El secretario general de la presidencia, Alexis Kohler, leyó la composición del nuevo gobierno, que contará con 39 miembros procedentes principalmente de la alianza de centroderecha de Macron y Los Republicanos. Entre los nombres se encuentra también una única figura procedente de la izquierda, el que durante casi 22 años fue diputado socialista, Didier Migaud, designado en Justicia.
Se repiten varios ministros
En un contexto de crisis política, Macron nombró a inicios de septiembre como primer ministro al veterano político conservador Michel Barnier, quien necesitó dos semanas para tejer una coalición con estas fuerzas de centro y derecha. El mandatario eligió a Barnier, exnegociador europeo del Brexit, por considerar que podría garantizar una mayoría más estable en la dividida Asamblea Nacional.
Varios miembros del último gobierno se repiten, como Sébastien Lecornu (Defensa) y Rachida Dati (Cultura), o cambian de cartera como Jean-Noël Barrot (canciller), Catherine Vautrin (Territorios) y Agnès Pannier-Runacher (Transición Ecológica). El “macronista” Antoine Armand será ministro de Economía, en un contexto de “situación fiscal muy grave”, en palabras de Barnier, cuando Francia incumple los límites de déficit y deuda públicos fijados por las normas europeas.
Pero la amenaza de una moción de censura sigue presente. La coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP), que ganó los comicios con 193 diputados, ya anunció la presentación de una contra el gobierno de Barnier, que podría prosperar si la apoya la extrema derecha.