La construcción de seis de las siete plantas que conforman el Complejo Siderúrgico del Mutún, en Puerto Suárez, ha sido concluida, marcando un hito importante en el desarrollo de este ambicioso proyecto. El presidente de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), Jorge Alvarado, informó que el periodo de pruebas y ajustes necesarios para la puesta en marcha podría extenderse por menos de seis meses.
“Tenemos terminada ya toda la parte constructiva del complejo, toda la parte de equipamiento. Ya se han hecho los montajes, estamos listos para poner en marcha todo el Complejo Siderúrgico”, afirmó Alvarado en una conferencia de prensa, expresando su optimismo respecto al próximo paso: la fase de operación experimental.
El complejo, situado en la región cruceña, será clave para abastecer al país con barras de acero, reduciendo casi en un 50% las importaciones de este material. Actualmente, Bolivia importa aproximadamente 450.000 toneladas de acero anualmente desde Perú, Argentina y Brasil. Con la producción esperada de 200.000 toneladas anuales por parte del complejo, esta cifra disminuirá significativamente, representando un avance estratégico para la economía boliviana.
Tecnología de punta y pruebas aceleradas
Alvarado destacó que, aunque el proceso de pruebas y ajustes de cualquier planta industrial de esta envergadura suele extenderse hasta un año, en el caso del Mutún, se estima que no llevará más de seis meses. La razón: el uso de tecnología avanzada, probada y aplicada en otras partes del mundo, lo que permitirá optimizar los tiempos y minimizar los riesgos asociados a la puesta en marcha.
“Nosotros consideramos que no vamos a llevar más de seis meses porque esta es una tecnología de punta, probada a nivel mundial. De suerte que esa parte de poner en marcha no nos va a llevar mucho tiempo”, añadió el presidente de la ESM.
Una vez superada la fase de pruebas, el complejo industrial comenzará a producir barras corrugadas de acero y alambrón. Estos productos cubrirán las crecientes necesidades del sector de la construcción y servirán como materia prima para la fabricación de una amplia gama de productos, incluyendo tuercas, tornillos, clavos, pernos y otros subproductos que gozan de alta demanda en el mercado interno.
Inversión estratégica
El Complejo Siderúrgico del Mutún, que abarca 42 hectáreas, representa una inversión de 546 millones de dólares. Contará con siete plantas: Concentración, Peletización, Reducción Directa (DRI), Aceración, Laminación, una Central Eléctrica y plantas Auxiliares. De estas, la única que aún está en proceso es la Planta de Reducción Directa, cuya conclusión está programada para marzo de 2025.
Este megaproyecto no solo busca abastecer el mercado boliviano, sino también generar empleo y mejorar la infraestructura industrial del país. A medida que avance la implementación del complejo siderúrgico, Bolivia se consolidará como un jugador más competitivo en el ámbito de la producción de acero en la región.
La conclusión de las pruebas y el inicio de la producción en el Mutún marcarán un antes y un después en la industria siderúrgica del país, con la expectativa de que, en el mediano plazo, Bolivia logre reducir su dependencia de las importaciones y avanzar hacia una mayor autosuficiencia en este sector estratégico.