Un hombre de 68 años, identificado como Hilarión, fue linchado y quemado vivo por una turba enfurecida. El acto de justicia por mano propia se produjo tras la acusación de Hilarión de haber asesinado a su esposa de 62 años y a su hijo de 33 años.
El episodio ha sacudido la comunidad de Sepulturas, en el municipio de Puna, del departamento de Potosí.
Los hechos ocurrieron ayer sábado, cuando la víctima, quien se encontraba detenido en las celdas de la policía esperando su audiencia cautelar, fue sacado por la turba. Tras ser trasladado a la plaza central de la comunidad de Belén, el anciano fue sometido a una golpiza brutal antes de ser quemado vivo.
El linchamiento se dio tras el hallazgo de los cuerpos de la esposa y el hijo de Hilarión, quienes fueron encontrados en su hogar con evidentes signos de violencia, casi decapitados. Además, se reportó la desaparición de una suma significativa de dinero, correspondiente a la venta de un vehículo, que también fue motivo de la indignación de los habitantes de la comunidad.
El violento suceso destaca la creciente preocupación sobre la justicia por mano propia y el linchamiento en áreas rurales de Bolivia, donde las instituciones judiciales a menudo enfrentan dificultades para garantizar la seguridad y el debido proceso. Las autoridades locales han condenado el acto y están realizando investigaciones para identificar a los responsables del linchamiento.