En respuesta a la devastadora combinación de sequía extrema e incendios forestales que afecta a su territorio, la Gobernación de Beni ha emitido un decreto que declara al departamento en situación de desastre. Esta medida tiene como objetivo movilizar recursos y coordinar esfuerzos para mitigar los efectos de estos fenómenos naturales que están poniendo en grave riesgo a la población, la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la economía local.
Un comunicado oficial de la Gobernación advierte que los incendios, que han arrasado ya con 1,5 millones de hectáreas, están en su fase más crítica, y el impacto de la sequía sigue agravando la situación. Wilson Ávila, director del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), explicó a Unitel que el 60% del área afectada por los incendios corresponde a pampas y el 40% a monte.
Hasta la fecha, seis municipios se encuentran directamente perjudicados por los siniestros. Sin embargo, la Gobernación anticipa que otros municipios podrían ser añadidos a la lista de emergencia en las próximas horas debido a la intensificación de la crisis.
El decreto establece un plazo de nueve meses para la situación de desastre y exige a los gobiernos autónomos municipales que, en caso de declararse en emergencia, envíen su normativa y antecedentes requeridos al COED para su evaluación y coordinación.
La Gobernación continúa monitoreando la evolución de la crisis y coordinando con diversas entidades para asegurar la respuesta adecuada y la recuperación del departamento afectado.