Desde las primeras horas de este lunes, el Comité Interinstitucional de Camiri y la población de este municipio cruceño han instalado un bloqueo en la ruta internacional 9, a la altura del puente del río Parapetí, interrumpiendo el tráfico en la vía que conecta a Bolivia con Argentina. La medida de presión responde a lo que los movilizados califican como una “crisis persistente” dentro del Consejo de Administración de Coopagal RL, la cooperativa responsable del servicio de agua potable en la región.
Los cívicos camireños, que lideran el Comité Interinstitucional, han expresado su frustración a través de un comunicado en el que denuncian la falta de justicia ante el supuesto amedrentamiento que sufren los ciudadanos. Además, exigen la instalación de una planta de tratamiento de aguas residuales para la zona norte de la ciudad, una demanda que, según afirman, ha sido ignorada por las autoridades durante más de dos décadas.
“Hemos visto como Fedjuve que tenemos grandes problemas en el tema del agua. Queremos cuidar el río Parapetí, hace más de 20 años que autoridades nacionales y locales no han podido solucionar, mañana se va a secar el río. La gente tomará agua sucia, contaminada, la posición de este pueblo es que las autoridades nos escuchen”, declaró uno de los dirigentes vecinales que participa activamente en la protesta.
El bloqueo ha provocado largas filas de vehículos en ambos lados de la vía, afectando no solo a los transportistas y viajeros, sino también al comercio internacional entre Bolivia y Argentina. La comunidad de Camiri, preocupada por el deterioro de su acceso al agua potable y la amenaza de contaminación del río Parapetí, ha decidido tomar acciones drásticas para que sus demandas sean finalmente atendidas.