La situación de la pequeña industria en Cochabamba se ha vuelto insostenible. Luz María Zelaya, ex presidenta de la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía Productiva (Cadepia), advirtió con firmeza que el 30% de las empresas afiliadas a esta institución ha dejado de producir debido a la falta de materia prima. Esta alarmante realidad ha llevado a Cadepia a presentar un ultimátum al gobierno: si no se obtienen respuestas concretas en la próxima semana, los pequeños productores amenazan con movilizaciones.
La crisis del dólar y la desventaja económica
Zelaya no escatimó en detalles al describir la raíz de la crisis: la volatilidad del dólar. Según ella, los pequeños productores enfrentan una realidad insostenible en la que el dólar en el mercado paralelo ha superado los 10 bolivianos, haciendo imposible la adquisición de materias primas. “El Estado debe normalizar esta situación. Necesitamos urgentemente una estabilidad económica en nuestro país, así como seguridad jurídica, para que otras empresas puedan venir e invertir en Bolivia”, afirmó Zelaya.
La líder gremial también destacó el impacto de la devaluación en la calidad de vida de la población, especialmente de los más vulnerables, como las personas de la tercera edad, cuyos ingresos en dólares han disminuido drásticamente. La pequeña industria, un sector que ha sido clave en la generación de empleo y desarrollo local, se encuentra al borde del colapso.
Propuestas para la supervivencia de la pequeña industria
Ante esta situación crítica, Cadepia ha elaborado un paquete de cinco propuestas dirigidas al gobierno, con el objetivo de reactivar y fortalecer la pequeña industria en Cochabamba y el país.
1. Créditos blandos: Cadepia propone la creación de un programa de créditos con tasas de interés accesibles y plazos de amortización extendidos. Estos créditos, que van desde 25.000 hasta 500.000 bolivianos, estarían dirigidos a nuevos emprendimientos y pequeñas empresas en crecimiento, así como a sectores en crisis.
2. Facilidades para la importación de insumos: La Cámara sugiere la simplificación de los trámites aduaneros y la eliminación de la burocracia para facilitar la importación de materias primas esenciales, como cuero, textiles y productos químicos. Además, propone que Cadepia actúe como intermediario en la compra y distribución de estos insumos.
3. Optimización de la distribución: Cadepia se ofrece como mediador y tercerizador en la compra y distribución de insumos, garantizando mejores condiciones de compra y precios más competitivos para las pequeñas empresas.
4. Incentivos para el uso de energías alternativas: La Cámara propone créditos con tasas bajas para la adquisición de vehículos eléctricos, lo que reduciría la dependencia de los combustibles fósiles. También sugieren la firma de convenios con distribuidoras de energía para reducir el costo del kWh para los microempresarios que adopten esta tecnología.
5. Agilización de trámites para licencias y registros: Cadepia plantea que se permita a la Cámara actuar como facilitador en la obtención de licencias y registros sanitarios, especialmente para productores de alimentos y productos químicos, aliviando las cargas burocráticas que hoy en día retrasan el crecimiento de estos sectores.
Un llamado a la acción
El mensaje de Cadepia es claro: si el gobierno no toma medidas inmediatas, la pequeña industria se verá obligada a tomar acciones de presión. “Nosotros también somos un sector productivo. Somos el sector que garantizará el futuro de nuestros hijos a través de las empresas que gestionamos”, subrayó Zelaya, dejando en claro que el tiempo de las promesas ha terminado y que se requieren soluciones concretas.
La pequeña industria en Bolivia, responsable de una significativa porción del empleo y la producción nacional, se encuentra en un punto de inflexión. Las propuestas de Cadepia ofrecen un camino hacia la recuperación, pero la respuesta del gobierno será crucial para determinar si este sector podrá sobrevivir y seguir contribuyendo al desarrollo económico del país.