El sector forestal boliviano enfrenta una crisis sin precedentes. La Cámara Forestal de Bolivia (CFB) ha expresado su preocupación ante la paralización de la zafra maderera, causada por la escasez de diésel y la falta de emisión de los permisos CITES, esenciales para la exportación de especies protegidas como el cedro y guayacán. Estos problemas no solo amenazan con desabastecer el mercado nacional e internacional, sino que también están poniendo en riesgo la economía del país y la disponibilidad de divisas.
Pedro Colanzi, presidente de la CFB, destacó la gravedad de la situación, subrayando que la falta de diésel ha detenido las operaciones forestales en las principales regiones productoras, incluyendo Santa Cruz, Beni, Pando, y el norte de La Paz. “La escasez de combustible ha paralizado la zafra maderera, lo que podría provocar un desabastecimiento en la oferta de madera para este año y el próximo”, advirtió Colanzi.
El sector ha realizado gestiones y presentado denuncias, pero los esfuerzos han sido en vano. La solución, según Colanzi, depende directamente del Gobierno, que hasta el momento no ha tomado medidas efectivas para resolver la crisis. La justificación oficial menciona problemas logísticos, como la baja del calado del río en Puerto Suárez y condiciones climáticas adversas que han dificultado la llegada de combustible a los puertos de Chile. Sin embargo, el sector maderero exige acciones inmediatas para evitar un daño mayor. “Son más de 90,000 familias que dependen directamente de esta industria. Necesitamos cubrir la demanda de productos de madera que tiene la sociedad”, insistió el presidente de la CFB.
A esta problemática se suma la falta de entrega de los Permisos o Certificados CITES, que está frenando las exportaciones de madera, particularmente de especies valiosas como el cedro y guayacán. “La falta de estos permisos ha provocado el incumplimiento de contratos con compradores internacionales, lo que afecta nuestra competitividad y deteriora la imagen de Bolivia como un socio comercial confiable”, lamentó Colanzi.
En respuesta a esta situación, la Cámara Forestal ha hecho un llamado urgente al Gobierno para que destine los recursos necesarios a la oficina de CITES, permitiendo así la expedición oportuna de los permisos de exportación. “Es crucial mejorar la capacidad técnica, profesional y logística de esta oficina para cumplir con nuestras obligaciones internacionales”, concluyó Colanzi.
La crisis en el sector forestal no solo pone en peligro la estabilidad económica de miles de familias bolivianas, sino que también amenaza con socavar la posición del país en el mercado global. Sin una acción rápida y efectiva, las consecuencias podrían ser devastadoras.