Un conflicto en la frontera entre Bolivia y Chile ha provocado un serio contratiempo en el suministro de combustible hacia Bolivia. Desde este jueves, cientos de cisternas se encuentran varadas en Tambo Quemado, La Paz, a tres kilómetros del paso fronterizo Chungará.
El bloqueo, promovido por la Cámara Boliviana de Transporte Nacional e Internacional, es parte de un paro indefinido que busca exigir la normalización del suministro de diésel en el país, así como la renuncia de ciertas autoridades. Este bloqueo coincide con el anuncio realizado por el presidente Luis Arce sobre el inicio de la descarga de combustibles en la terminal portuaria de Sica Sica, en Arica, Chile. El plan es que 406 cisternas carguen diésel y gasolina para retornar a Bolivia, lo que ha sido temporalmente impedido por el bloqueo.
La obstrucción del paso ha impactado de manera directa en la logística de distribución de carburantes en Bolivia. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) indicó que, de no resolverse el bloqueo, la llegada de 937 cisternas con 30 millones de litros de diésel, programada para este fin de semana, se vería comprometida. Este retraso afectaría significativamente la disponibilidad de combustible en las ciudades bolivianas, especialmente en Cochabamba y Oruro, donde ya se reportan bloqueos adicionales que obstaculizan la distribución interna.
La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) ha informado sobre 70 puntos de bloqueo en distintas regiones del país. Estos cortes han intensificado la crisis de transporte y distribución de combustible, generando preocupación entre la población y las autoridades.
Ante esta situación, el presidente Arce ha instado al transporte pesado a levantar el paro, subrayando la necesidad de asegurar la distribución y normalización del suministro en los próximos días. Sin embargo, hasta el momento, las demandas del sector del transporte no han sido resueltas, prolongando la incertidumbre y el riesgo de desabastecimiento en el país.