La severa sequía que azotó al sector agrícola este año ha resultado en una drástica reducción del 60% en la producción de trigo, según datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo). A pesar de este panorama desalentador, los agricultores de Santa Cruz celebrarán la versión 31 del Día Nacional del Trigo este viernes 26 de julio en Okinawa 1, considerada la capital triguera de Bolivia. El evento se enfocará en la difusión de avances tecnológicos destinados a mejorar la productividad y sostenibilidad del cultivo de trigo.
Fernando Romero, presidente de Anapo, anunció que el evento contará con parcelas demostrativas donde los productores podrán observar nuevas variedades de trigo, híbridos de sorgo para rotación de cultivos, técnicas de manejo de suelos, fertilización con urea, recomendaciones nutricionales y paquetes tecnológicos de casas comerciales. “Este evento es crucial para que los productores conozcan y adopten nuevas tecnologías que pueden incrementar su productividad”, afirmó Romero en una conferencia de prensa el martes pasado.
Se espera la asistencia de al menos 2,000 agricultores de diferentes zonas de producción de Santa Cruz, así como de autoridades nacionales, departamentales y municipales. Además, estarán presentes representantes de la cadena productiva de alimentos, incluyendo la industria molinera, panificadores, transportistas y proveedores de insumos y maquinarias.
Esfuerzos por una mayor producción
Romero destacó los esfuerzos de los agricultores de Santa Cruz en adoptar tecnologías conservacionistas desde los años 90, como el sistema de siembra directa, que minimiza la labranza del suelo y promueve la rotación de cultivos, con el trigo como uno de los principales productos. Durante la campaña de invierno de 2023, se sembraron 856,000 hectáreas con cultivos de rotación como trigo, sorgo, girasol, maíz y chía, representando el 70% de la superficie sembrada en esa temporada. La producción superó los 2 millones de toneladas de granos.
Sin embargo, la campaña de invierno de 2024 ha sido devastadora para el trigo, con solo 77,000 hectáreas sembradas y una producción prevista de menos de 57,000 toneladas, la más baja en 20 años. “Si no se toman decisiones ahora para promover el uso de biotecnología, la producción de trigo seguirá disminuyendo, aumentando nuestra dependencia de la importación o el contrabando, principalmente de Argentina”, advirtió Romero.
Hace dos años, Anapo presentó ante el Comité Nacional de Bioseguridad del Estado Plurinacional de Bolivia la documentación técnica para la evaluación y aprobación del evento HB4 en trigo, tolerante a la sequía. Sin embargo, hasta la fecha no ha habido avances en su análisis por parte del Gobierno. “Solicitamos que la aprobación se realice homologando los estudios de países del Mercosur, como Brasil, Paraguay y Argentina, donde esta tecnología ya está aprobada”, concluyó Romero.