La carretera La Paz-Oruro fue escenario de violentos enfrentamientos este domingo, cuando la Policía Boliviana intervino para desbloquear la vía en Caracollo, utilizando gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. La medida de presión, que ya lleva seis días, exige presupuesto para el asfalto de una vía en la región.
En un gesto de tregua, los bloqueadores permitieron temporalmente el paso de vehículos más temprano, pero volvieron a cerrar la carretera poco después. La intervención policial fue recibida con una violenta respuesta por parte de los comunarios, quienes arrojaron piedras y utilizaron palos para defender su posición.
La raíz del conflicto es la demanda de los comunarios por la firma de acuerdos que garanticen el desembolso de 170 millones de bolivianos destinados al asfalto de la carretera entre Caracollo y Cañohuma. A pesar de los intentos de mediación, las autoridades municipales de Caracollo no lograron reunir a las partes involucradas para dialogar, a pesar de la convocatoria a una mesa de negociación que incluía la participación de la Iglesia Católica y representantes políticos.
El ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, informó el sábado que las pérdidas económicas derivadas del bloqueo ascienden a 1,4 millones de bolivianos. Además, destacó los problemas que este conflicto ha generado para exportadores, viajeros y otros sectores afectados.
La situación sigue siendo tensa y se espera que las autoridades busquen una solución urgente para evitar mayores perjuicios y restaurar la normalidad en una de las principales carreteras de la Red Vial Fundamental.