La Confederación Nacional de Trabajadores Gremiales ha lanzado duras críticas contra Evo Morales, calificándolo como un “enemigo de los más pobres”. Este pronunciamiento surge en respuesta a la convocatoria de bloqueos de carreteras, medida de protesta que según los gremiales afectaría severamente la economía y el sustento de los ciudadanos.
Rodolfo Mancilla, dirigente del sector, expresó de manera contundente la posición de los gremiales: “Los gremiales no vamos a parar ningún día, porque día que no sale a vender el gremial, es día que no come. No podemos perjudicarnos, a no ser que los bloqueadores respondan a cada gremial y puedan resarcir los daños”. Este mensaje refleja la preocupación de este grupo por las consecuencias negativas de las acciones de protesta sobre la actividad económica básica de sus miembros.
La tensión ha escalado con la amenaza de los gremiales afines a Evo Morales de sumarse al paro y bloqueo convocado por la Cámara Boliviana de Transporte, lo cual podría complicar aún más la situación en el país. El Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) también ha anunciado su respaldo a estas movilizaciones, exacerbando el clima de incertidumbre.
Para Mancilla, Morales no solo está detrás de estas acciones, sino que además ha buscado alianzas con opositores políticos para desestabilizar la gestión del presidente Luis Arce. “Evo Morales se constituye en el enemigo de los más pobres del país”, afirmó Mancilla, subrayando que gran parte de los gremiales respalda la actual administración.
Por su parte, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, ha denunciado públicamente que detrás de estas movilizaciones existe un plan calculado para “tomar el poder por la vía del desastre”, apuntando directamente a Morales como el responsable de esta estrategia.
El panorama político y social en Bolivia se torna cada vez más complejo con estas confrontaciones entre sectores económicos y grupos políticos, dejando en evidencia las profundas divisiones que persisten en el país.