Agencias.- Decenas de soldados norcoreanos cruzaron brevemente la frontera fortificada con Corea del Sur este martes, pero retrocedieron rápidamente ante los disparos de advertencia, un acto que los mandos militares de Seúl estiman que fue accidental.
Este es el segundo incidente de este tipo en menos de dos semanas y se produce en un momento de alta tensión entre Pyongyang y Seúl.
“Decenas de soldados norcoreanos cruzaron hoy la Línea de Demarcación Militar (y) se replegaron al Norte después de que se hicieron disparos de advertencia”, indicó un alto mando del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
Desde que terminó la guerra de Corea (1950-1953), con un armisticio y no con un tratado de paz, los dos países siguen técnicamente en conflicto, y su frontera, muy vigilada, consiste en una zona desmilitarizada.
Las militares surcoreanos indicaron que este incidente, al igual que la breve incursión que se produjo el 9 de junio parece haber sido accidental.
La incursión se produjo hacia las 08H30 hora local (23H30 GMT del lunes), unas horas antes de la llegada a Corea del Norte del presidente ruso, Vladimir Putin, para una visita de Estado “amistosa”, a un aliado clave.
El Estado Mayor Conjunto afirmó que entre 20 y 30 soldados norcoreanos que portaban herramientas de trabajo estuvieron involucrados en el breve cruce y declaró que incidente se produjo debido a la explosión de minas.
Corea del Norte estaba construyendo un terreno minado cerca de la frontera, pero terminó “sufriendo múltiples bajas por la explosión de minas durante los trabajos”, declaró un alto mando militar de Seúl. Pese al accidente, las fuerzas armadas norcoreanas “parecen continuar con imprudencia esta operación”, indicó.
El alto mando del Estado Mayor de Corea del Sur, afirmó que los militares norcoreanos están reforzando las fortificaciones de su lado de la frontera con minas y nuevas barreras antitanque.
Además, señaló que estas actividades parecen ser una “medida destinada a reforzar el control interno”, en particular para impedir la deserción de las tropas y los ciudadanos.
Los dos países están separados por una zona desmilitarizada (DMZ) de cuatro kilómetros, dos de cada lado, y la línea de demarcación está justo al medio. En ambos lados de la frontera hay barreras fortificadas y zonas plagadas de minas.
“No habrá reconciliación”
Para Koh Yu-hwan, profesor emérito experto en asuntos norcoreanos de la Universidad Dongguk de Seúl, explicó que estas acciones “tienen un significado más bien simbólico” y que Kim busca demostrar con la plantación de minas que “no habrá reconciliación con el Sur”.
“Corea del Norte no está colocando minas en toda la línea, sino solamente en zonas fácilmente visibles desde el Sur. También están bloqueando carreteras y vías férreas que antes eran zonas de cooperación” entre los dos países, agregó el académico.
Durante un periodo de distensión en 2018, las dos partes retiraron minas de la línea de la frontera como un gesto para aplacar las tensiones.
En las últimas semanas, las relaciones están crispadas después de que Corea del Norte lanzara cientos de globos cargados de basura, llenos de desechos como colillas de cigarrillo, papel higiénico y hasta excrementos, hacia su vecino del Sur.
Pyongyang empezó a lanzar los globos en respuesta a los panfletos lanzados por activistas surcoreanos con propaganda contraria al dirigente norcoreano, que incluyen además dispositivos con música de K-pop y series.
El gobierno surcoreano suspendió en las últimas semanas un acuerdo militar firmado en 2018 con Pyongyang para aminorar las tensiones y reanudó el uso de parlantes con propaganda en la frontera.