La atención médica en Bolivia se verá afectada esta semana debido al inicio de un paro de 96 horas por parte de médicos en todo el país. La medida de fuerza, que comenzó hoy lunes 17 de junio y se extenderá hasta el jueves 20, se prolongará hasta el viernes 21 debido al feriado nacional por el Año Nuevo Andino, Amazónico y del Chaco.
El motivo detrás de esta movilización masiva en centros de salud y hospitales públicos, así como en instituciones de la seguridad social, es el rechazo a un proyecto de ley que los médicos consideran impone una “jubilación forzada” a los 65 años. Según Carlos Iriarte, presidente del Colegio Médico Nacional, la decisión de continuar con las medidas de presión se debe a la insatisfactoria respuesta del gobierno ante sus demandas.
“El paro afectará todos los niveles de atención médica y se espera un impacto significativo en la población”, declaró Iriarte, enfatizando que la medida incluirá la suspensión de servicios de consulta externa, limitándose únicamente a atenciones de emergencia.
En algunas regiones, como La Paz, se anticipan bloqueos adicionales como parte de las protestas. Víctor López, director del Sindicato de Ramas Médicas de Salud (Sirmes), aconsejó a los ciudadanos evitar acudir a los centros de salud durante este período para evitar mayores inconvenientes.
Esta no es la primera vez que el sector de salud recurre a medidas de presión. En meses anteriores se realizaron paros de 24, 48 y 72 horas, sin embargo, hasta ahora no han obtenido una respuesta satisfactoria del gobierno.
Rubén Colque, director general de la Autoridad de Supervisión de la Seguridad Social de Corto Plazo (ASUSS), advirtió que se aplicarán descuentos y procesos administrativos al personal que no cumpla con sus funciones durante el paro, lo que podría intensificar el conflicto.
Mientras tanto, los pacientes han expresado su preocupación por las consecuencias de este paro prolongado en sus tratamientos y han pedido soluciones rápidas para evitar mayores complicaciones en su salud.
El conflicto entre los médicos y el gobierno continúa sin una resolución clara a la vista, dejando en incertidumbre la situación de la salud pública en Bolivia durante los próximos días.