Los médicos de Bolivia rompieron el diálogo con el diputado Omar Yujra del proyecto de Ley 035, el cual, según los galenos, contempla disposiciones que califican como una “jubilación forzosa”. Ante la falta de avances significativos en las negociaciones, han anunciado un paro movilizado de 96 horas a partir del próximo lunes 17 de junio.
El Comité Interinstitucional por una Jubilación Digna, encabezado por la Federación de Sindicatos de Ramas Médicas de Salud Pública (Fesirmes), fue el encargado de declarar esta medida de presión, la cual involucra a todos los colegios de profesionales médicos, sindicatos, federaciones universitarias y maestros.
“Desde ahora hemos roto el diálogo con el diputado porque no hemos recibido respuestas positivas. Retomaremos las medidas de presión anunciadas anteriormente, iniciando con un paro de 96 horas a nivel nacional”, explicó Daniel Cazas, secretario ejecutivo de Fesirmes.
El principal punto de discordia radica en la propuesta de establecer una edad obligatoria de jubilación a los 65 años, medida que los médicos consideran injusta y perjudicial para sus condiciones laborales y pensiones futuras. Según denuncian, el Gobierno ha prolongado las discusiones sobre el tema sin ofrecer soluciones satisfactorias durante más de un mes.
En tanto, Carlos Iriarte, presidente del Colegio Médico Nacional, señaló que se iniciarán reuniones con el Consejo Nacional de Salud, representantes del sistema universitario y el Comité Interinstitucional para determinar las acciones a seguir tras el paro de 96 horas, considerando que el sector se encuentra en estado de emergencia desde hace varios meses.
El conflicto entre el Gobierno y los médicos no es nuevo; previamente, se había acordado la suspensión de un paro de cuatro días para abrir una mesa técnica de discusión sobre el proyecto normativo. Sin embargo, la falta de avances concretos ha llevado al reinicio de las medidas de presión, que incluyen paros escalonados y movilizaciones en todo el país.
El presidente del Colegio Médico de La Paz, Édgar Vargas, enfatizó la preocupación de los profesionales de la salud por las condiciones de jubilación propuestas, que podrían significar una reducción drástica en las pensiones de aquellos que han dedicado décadas de servicio al país.
Ante este panorama, se espera que las próximas acciones del sector médico generen repercusiones significativas en el sistema de salud nacional, afectando la atención hospitalaria y movilizando a la opinión pública en apoyo a sus demandas.