Un informe del Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa) y la Red de Laboratorio de Micronutrientes ha revelado que el 63% de las empresas de sal en Bolivia no cumplen con la normativa de fortificación de yodo, poniendo en riesgo la salud de la población. En contraste, el 72% de las empresas harineras cumplen con la adecuada fortificación de hierro, mostrando una disparidad en la adherencia a las normativas de salud pública.
Max Enríquez, Viceministro de Promoción y Vigilancia Epidemiológica, explicó que solo el 36% de las empresas de sal mantienen los niveles adecuados de yodato de potasio, que deben estar entre 40 y 80 miligramos por kilogramo. De las 54 marcas de sal analizadas, solo 14 cumplen con este estándar. “No es cuestión de esparcirles unas gotas, eso es una irresponsabilidad que debe ser sancionada”, subrayó Enríquez.
Por su parte, Evelín Cerruto, Directora General de Promoción y Prevención de Salud, enfatizó la importancia del consumo de sal yodada para el buen funcionamiento de las glándulas tiroideas y el desarrollo físico y mental normal. Cerruto también detalló las marcas de sal certificadas en diferentes departamentos del país: en La Paz, La Universal, Perla Andina y Ketal; en Cochabamba, Hipermaxi, Salcita, El Salerito y Salserito; y en Oruro, Universo, Blanquita, Condorito, Nico Sal, Pura Sal y Niño Salvador.
En cuanto a la fortificación de harina con hierro, las cifras son más alentadoras. El 72% de las empresas cumplen con los requisitos, que estipulan niveles de entre 30 y 80 miligramos por kilogramo. Entre las empresas que cumplen con esta normativa se encuentran Bella Flor, Aurora y Nutrivida en Potosí; Bella Flor en La Paz; San Nicolás en Cochabamba; y Paloma y Famosa en Santa Cruz. Las nacionales La Princesa, Suprema y Emapa también cumplen con las exigencias, así como las marcas importadas de Argentina como Arinísima, Florencia, Marimbo, Singular, Guadalupe, Taurocor, Adelia María, Cañuela, Leticia, Estupenda y Dona Luisa.
Cerruto resaltó la importancia de la harina fortificada en la lucha contra la anemia, señalando que 6 de cada 10 mujeres en edad fértil en Bolivia sufren algún grado de anemia, problema que se agrava durante el embarazo. “La mujer embarazada debe consumir alimentos ricos en hierro y ácido fólico para combatir esta condición”, puntualizó.
El incumplimiento en la fortificación de sal y el cumplimiento en la fortificación de harina reflejan una problemática que requiere atención y acciones firmes por parte de las autoridades para garantizar la salud pública y el bienestar de la población boliviana.