El ampliado del Transporte pesado internacional definió llevar a cabo un paro indefinido con bloqueo de carreteras y cierre de fronteras a partir del próximo lunes, en respuesta a la falta de atención del gobierno frente a la escasez de dólares y combustible.
Héctor Mercado, presidente de la Cámara Boliviana de Transporte, anunció la medida tras una reunión de los dirigentes departamentales de Tarija, Chuquisaca, La Paz, Oruro, Santa Cruz, Potosí y Cochabamba. “El transporte pesado nacional e internacional ha emitido un voto resolutivo el día de hoy (lunes) indicando que, si el presidente (Luis Arce) no nos llama a una reunión hasta el 17 de junio, nosotros entraremos en un bloqueo indefinido a nivel nacional, con cierre de fronteras”, informó Mercado.
La semana pasada, el sector ya había realizado un paro de 48 horas con bloqueos en la carretera a Oruro, La Paz, Potosí y otras vías internacionales, exigiendo una reunión con el presidente Luis Arce. Durante ese paro, la Policía dispersó a los manifestantes en el tramo La Paz – Oruro con gases lacrimógenos.
Mercado señaló que han estado solicitando un encuentro con el mandatario desde hace varias semanas sin obtener respuesta. Rechazó cualquier diálogo con los ministros de Estado, calificándolos de interlocutores no válidos.
Además, los transportistas demandaron la renuncia de la presidenta de la Aduana Nacional, Karina Serrudo; del presidente de Impuestos Nacionales, Mario Cazón; y del ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño. “Ya no debían trabajar en Impuestos ni Aduana, que nombren como se debe a través de una elección por méritos y no a dedo. Son personas interinas y hacen daño al transporte nacional e internacional, y también a la situación comercial”, expresó un dirigente del sector.
Los transportistas también anunciaron que presentarán una propuesta para resolver la falta de dólares y la escasez de combustible que afecta a todo el país. Esta situación genera preocupación en diversos sectores, ya que la paralización del transporte pesado podría impactar significativamente la economía nacional y las actividades comerciales.
El país espera una respuesta del gobierno ante estas demandas mientras se aproxima la fecha límite fijada por los transportistas.